Si el otro día hablábamos de cómo ahorrar a la hora de hacer la compra, hoy vamos ver como también es posible economizar energía a la hora de cocinar y de usar los electrodomésticos de nuestra cocina.
Cuando vayamos utilizar el horno debemos intentar aprovechar al máximo su capacidad cocinando el mayor número posible de alimentos de una sola vez.
Al abrir la puerta del horno se pierde un 20% del calor acumulado en el interior, así que tendremos que intentar no abrirlo de forma innecesaria.
Para los horneados de más de una hora, no es necesario precalentar el horno.
Cocinar con olla a presión, en vez de con cacerolas convencionales, ya que esta consume menos energía.
Tapar las cacerolas durante la cocción y bajar el fuego al mínimo una vez que haya comenzado la ebullición, nos permitirá gastar menos.
El frigorífico es el electrodoméstico que más energía usa de toda la casa, así que merece la pena seguir estos consejos para limitar su consumo:
Y por último un par de consejos a la hora de lavar los platos:
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