Buceando por la red descubrimos una noticia realmente curiosa. La reina Isabel II de Inglaterra parece haber dado un puñetazo en la mesa con respecto a la indiferencia que la gastronomía provoca en la cultura inglesa y parece querer ponerse a la altura de otros homólogos europeos.
Si Juan Carlos se rodeó de Paco Roncero, Ferrán Adriá o Juan Mari Arzak entre otros para preparar la cena anterior a la boda de su hijo y el banquete de la misma, Isabel ha decidido "fichar" a un cocinero "cinco estrellas" (pocas Guías Michelin ha manejado esta mujer) para la cocina del Palacio de Buckingham.
Lejos quedan ya las quejas de Jacques Chirac sobre la comida que le servían en el Reino Unido en sus visitas (su opinión de una especie de botillo escocés dieron la vuelta al mundo), ahora sólo necesita asegurarse de que pasará las horas utilizadas para reponer fuerzas en este palacio.
Parece que el creciente prestigio de esta rama del devenir humano también ha traspasado los muros más infranqueables de la tradición inglesa, y esta ha doblado la rodilla ante la evidencia de que existe una evolución más allá del pastel de carne.
"No podemos tener a jefes de Estado aquí en banquetes que piensen que nuestra comida no es de los más altos estándares", afirma su portavoz volviendo a dejar claro que ya han visto la luz de la evidencia.
No se me ocurre más que felicitar a la cabeza coronada inglesa no sólo por su vista para saber lo que realmente agrada un invitado, sino también por su humildad al reconocer que su cocina no está actualemnte al nivel del resto de las Casas Reales.
Una noticia, como veis, curiosa y divertida.
Via l El Mercurio Digital