Este fin de semana, trasteando por las redes sociales, me ha llamado la atención una noticia de la que se hacía eco nuestro compañero de Poprosa Isospin. Y a quién no, la cosa no es para quedarse indiferente. El caso es que al parecer en Negreira no dejan de admirar un enorme girasol de cinco metros de altura y doce centímetros de diámetro que ha crecido en un terreno del pueblo.
A su alrededor crecen otros ejemplares, pero más tímidamente, este es el único de este porte, algo así como el Pau Gasol de las asteráceas. ¿Y por qué ha crecido tanto? la única explicación que encuentran es que fue regado con buenos caldos, nunca mejor dicho, concretamente con vino Mencía. No llegamos a comprender porqué regaron la planta con vino, quizá fue casualidad, quizá un experimento; ni siquiera sabemos si hay una base científica para afirmar que sea consecuencia del alcohólico riego, pero el caso es que ahí está el girasol, creciendo como si de una habichuela mágica se tratara, y tan bien cuidado como un gourmet.
Si tenéis curiosidad podéis ver a la gigantesca criatura en todo su esplendor en el enlace que encontraréis bajo el texto
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