En nuestro país el oso pardo es un animal protegido, por lo que está prohibido su consumo, además es una especie protegida por la Convención de Berna que se celebró en el año 2001. Explicamos esto porque hemos conocido una noticia en la que un restaurante de Oviedo pensaba ofrecer carne de oso como degustación en unas jornadas gastronómicas.
La Guardia Civil realizó una investigación previa antes de intervenir y es que no se trataba de un secreto, ya que se encontraba anunciada la degustación y además existían varias denuncias de diversos grupos que velan por la conservación de las especies. La carne de oso no es ilegal en otros países y ésta procedía de algún país comunitario por determinar, pero la carne en cuestión no siguió los controles veterinarios pertinentes. Cuando se caza un jabalí es una obligación realizar un análisis para saber que no tendremos ningún problema de salud, el mismo sistema debe aplicarse a la carne de oso donde se permite su consumo. La carne que pretendía servir este restaurante procedía del contrabando y podía representar un serio riesgo para la salud además de obviar las leyes de nuestro país.
No hemos probado nunca la carne de oso y no lo haríamos sabiendo que contribuiríamos a que se mantuviera la caza furtiva pudiendo acabar con una especie por un mero capricho. Tenemos a nuestro alcance la globalización gastronómica, miles de productos con los que hacer disfrutar al paladar, respetando las especies protegidas, respetamos la gastronomía y a nosotros mismos.
Vía | Terra Más información | Jóvenes por la Ecología