Una famosa cadena de comida rápida se hace editora de cuentos infantiles de nutrición ¿Nueva maniobra de marketing?

Esther Clemente

Colaborador

Soy una chica coruñesa, veterinaria de profesión y que por circunstancias de la vida acabé viviendo en Asturias donde llevo ya una buena temporada. Cuando me preguntan por qué me gusta tanto cocinar, siempre respondo lo mismo: "¡Por qué mi madre odia meterse en la cocina!".

Son conocidas por casi todos las críticas que reciben los establecimientos de comida rápida por promocionar juguetes como gancho y así que sus consumidores más pequeños compren sus productos. Es bien cierto que a un niño en un día de esos en los que casi todos hemos tenido que recurrir a la comida rápida, si le das a escoger entre un bocadillo y una colorista cajita con hamburguesa y el personaje de moda, va a ser difícil que se quede con la primera opción.

Pero ante la avalancha de críticas, una de las más famosas cadenas se quiere desmarcar de tantas acusaciones y opta por regalar libros en vez de pequeños juguetes. Esta campaña ya la habían comenzado hace algún tiempo en los McDonald’s de Gran Bretaña, pero ahora lo que se propone la multinacional es lanzar su propia editorial gigante de libros, al menos temporalmente y hasta mediados de noviembre, para cambiar el juguete de su comida feliz por un rato de lectura.

La iniciativa parece que se intenta lanzar a lo grande, más de veinte millones de ejemplares se impartirán entre la población infantil esta vez norteamericana, basados en cuatro títulos creados por una empresa de publicidad especialmente escritos para la cadena de restaurantes, así como libros digitales interactivos que lanzarán cada mes en su página web y de los que ahora la multinacional ya es su propia dueña.

Aunque lo que parece una paradoja en una cadena de comida rápida, es que la temática de los libros no serán cuentos populares, sino sobre aventuras de una serie de personajes que luchan por comer bien y crecen gracias a una buena nutrición. Así que las críticas no se han hecho esperar, muchos ven en esto el mismo "perro con distinto collar", una forma de captar al público infantil con otra maniobra diferente de marketing para que sigan consumiendo sus productos.

No niego que tengan razón, aunque yo como madre de un niño que alguna vez ha querido parar por allí a tomarse una hamburguesa, prefiero guardar un libro que esos insulsos muñequitos que ya suelen salir sin funcionar del establecimiento, pero sigo pensando que en lo que de verdad deberían invertir es en ofrecer unos alimentos saludables para nuestros pequeños.

Imagen | Puuikibeach En Directo al Paladar | ¿Por qué mi hamburguesa no se parece a la de la foto? En Directo al Paladar | Las mejores hamburguesas de Madrid

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