Es tanto el deseo de producir un vino de gran calidad y prácticamente perfecto en todos sus aspectos, que se ha empezado a desarrollar un proyecto piloto para conseguir unas viñas con un entorno inteligente. En el Salón Alimentaria presentaron nuevas tecnologías adecuadas para el sector vinícola que pretenden controlar mediante tecnología micro todos los factores que intervienen en la producción de la uva.
Las viñas están situadas en Montepaldi (Florencia) y según los investigadores, está sembrada de sensores que controlan el crecimiento, la humedad, la temperatura, la luz, etc. Gracias a ello, se puede saber en tiempo real si la viña sufre algún problema como por ejemplo el estrés hídrico, si hay algún riesgo de plagas y por consiguiente hay que fumigar o simplemente cuando es el momento óptimo para la vendimia.
Esto permite un sistema de prevención contra las posibles incidencias ambientales y patógenas que permitirán una rápida reacción asegurando así un desarrollo adecuado de la uva. De momento es difícil asegurar que este sistema de control sea efectivo al 100%, el tiempo dirá cuál es el resultado.
El excesivo control sin riesgo ¿realmente mejorará o empeorará la calidad?, es decir, si en la producción de un determinado caldo, intervienen algunos riesgos, si estos desaparecen ¿qué valor tendrá obtener un vino óptimo?
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