Hace un tiempo nuestra compañera María Victoria Rodriguez lanzó en su blog personal, El próximo viaje, una llamada de colaboración para poder ir confeccionando una lista de los hoteles españoles que ofrecen Wi-Fi gratuito entre sus servicios. La iniciativa me pareció entonces estupenda, pues es este un servicio cada vez más demandado en los alojamientos, y no siempre está clara su disponibilidad ni su gratuidad. Algunos establecimientos cobran precios desorbitados por conexión diaria, más o menos correspondiente a media cuota mensual de conexión casera.
Está claro que algunos empresarios todavía no han descubierto el potencial que esconde este servicio, tan atractivo como necesario, pero todo llegará. Otros lo han comprendido perfectamente y seguro recogerán los frutos. Y pasando de los hoteles a restaurantes y bares, que nos tocan más de cerca, también cabe reclamar cada vez más una conexión Wi-Fi decente.
Hace un mes tuve que pasar un día ajetreado por la ciudad, con varios compromisos que cumplir y entre ellos una gran porción de tiempo muerto. Además tenía mucho trabajo que sacar adelante, con lo cual me informé de dónde podía tomar un buen desayuno mientras trabajaba con el portátil sin tener que preocuparme de modems y pinchos.
Y gracias a un foro descubrí un punto de conexión, gratuito, rápido y libre en el que durante una hora y cuarto pude poner al día mi correo, trabajar en algunos borradores y tomar un estupendo desayuno. A mi alrededor, algún portátil más y varios smartphones conectados. ¿Coste para el empresario? lo ignoro, pero sabiendo lo que pagamos en los hogares mensualmente, imagino que compensa a todas luces.
Y no solo se trata de poder trabajar con el portátil aprovechando un tiempo muerto, cada vez hay más teléfonos con conexión a Internet con los que poder consultar el correo, actualizar el estado de redes sociales, o simplemente jugar con la localización.
Algunos bares y cafeterías disponen de conexión pero la limitan a un tiempo escaso por consumición, otros proporcionan la contraseña en el ticket sin límites de tiempo, y algunos restaurantes ofrecen Wi-Fi libre e ilimitado. Cada uno verá como decide administrarlo, pero comienza a ser un valor añadido, así como una cortesía con el cliente.
Imágenes vía | @boetter y Steve Nagata en Flickr
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