Hoy os traigo una receta deliciosa, un bizcocho de esos que te hacen olvidar los desayunos industriales y que te invitan a pasar un rato en la cocina con tal de poder disfrutarlo.A menudo pienso que utilizamos poco la avellana en nuestra repostería, y no encuentro la razón de esta causa pues este fruto seco consigue llenar de sabor cualquier preparación.
Es el caso de este suave bizcocho de avellanas que os he preparado hoy, de miga tierna y sabrosa, ideal para desayunar con energía. Os aconsejo que para prepararlo busquéis una avellana del país, que aunque menos vistosa por fuera, no tiene comparación en sabor con otras venidas de otros lugares más lejanos que son mucho más insípidas.
En Asturias sabemos bien qué avellana merece la pena, y sin duda las de la zona de Piloña son excepcionales. Yo en esta ocasión no las he traído de allí sino que las he recogido el otoño pasado de avellanos salvajes que nacen aquí en las orillas de los montes de la zona donde vivo, y aunque de tamaño pequeño están llenas de sabor.
Ingredientes
- Avellanas tostada molida 100 g
- Harina de repostería 260 g
- Azúcar moreno 220 g
- Huevo M 3
- Limón 0.5
- Mantequilla 100 g
- Leche 200 ml
- Miel , 1 cucharada
- Levadura química 16 g
- Esencia de vainilla al gusto
- Mantequilla para engrasar el molde 10 g
Cómo hacer Bizcocho de avellanas
- Tiempo total 1 h
- Elaboración 15 m
- Cocción 45 m
- Reposo 10 m
Comenzaremos precalentando el horno a 180 grados con calor arriba y abajo. Seguidamente ponemos en un bol la leche y le añadimos el zumo del medio limón, removemos y esperamos unos cinco o diez minuto a que la leche se corte. Reservamos.
Engrasamos un molde con mantequilla. Después en un bol mezclamos la harina con el azúcar moreno, el polvo de avellanas, la vainilla y la levadura química. Derretimos también la mantequilla y dejamos que se vaya templando.
Batimos en otro recipiente los huevos como para tortilla, le añadimos la leche, la mantequilla fundida y la miel. Volcamos esta preparación en la primera mezcla, removemos bien y añadimos al molde. Horneamos durante 45 minutos. Dejamos, una vez fuera del horno, enfriar en una rejilla.
Con qué acompañar el bizcocho de avellanas
El bizcocho de avellanas con su sabor tradicional, gustará a todos los miembros de la casa, incluso a los más pequeños. Si no tenéis problema con vuestra línea, os propongo una tentación, untar una rebanada de este bizcocho con crema de cacao ¡Delicioso!
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