No hay nada mejor que un buen bizcocho para el desayuno, o la merienda, o simplemente para una tarde de domingo acompañado de chocolate caliente, ahora en invierno. el bizcocho de mantequilla y limón con arándanos es uno de los muchos ejemplos que puedo ofreceros como postre.
Podéis cambiar la ralladura de limón por la de naranja, o incluso poner vainilla, como prefiráis. Los arándanos aunque van fenomenal, también podemos servir este bizcocho con otras frutas ácidas como frambuesas, que también quedan muy decorativas y están deliciosas.
Calentamos el horno a 175ºC con calor arriba abajo sin aire. Derretimos la mantequilla y dejamos templar. Engrasamos y enharinamos un molde redondo de 20 cm de diámetro. Separamos los cuatro huevos en yemas y claras. Montamos las claras a punto de nieve con la pizca de sal.
Por otro lado montamos las yemas con el azúcar y la ralladura de limón hasta que la mezcla blanquee y esté suave. Vertemos poco a poco a la mantequilla fundida sin dejar de batir. Agregamos la harina tamizada y poco a poco unimos las claras de forma suave y envolvente, intentando que no se bajen.
Volcamos la mezcla en el molde y horneamos durante unos 30 o 35 minutos, hasta que el bizcocho esté dorado. Apagamos del horno y sacamos con cuidado. El bizcocho se bajará un poco. Cuando esté frío lo decoramos con el azúcar glas y los arándanos justo antes de llevarlo a la mesa.
Con qué acompañar el bizcocho de mantequilla y limón con arándanos
Este bizcocho de mantequilla y limón con arándanos es muy sencillo de elaborar y tierno, y acompañado con fruta un poco ácida, queda fenomenal. Hay que tener cuidado de envolverlo bien para que no se reseque, de este modo podemos conservarlo un par de días con la miga tierna.