Bizcocho de pomelo glaseado: receta para un desayuno o merienda para chuparse los dedos

Esther Clemente

Colaborador

Soy una chica coruñesa, veterinaria de profesión y que por circunstancias de la vida acabé viviendo en Asturias donde llevo ya una buena temporada. Cuando me preguntan por qué me gusta tanto cocinar, siempre respondo lo mismo: "¡Por qué mi madre odia meterse en la cocina!".

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Este bizcocho de pomelo glaseado resulta un poco diferente a los habituales que suelen ir aromatizados con limón o naranja. El pomelo es una fruta con un sabor intermedio entre ambos, lo que le aporta es un toque fresco y aromático, sin llegar a ser amargo como el limón ni tan empalagoso como con naranja.

El bizcocho va recubierto con un ligero glaseado de zumo y azúcar glas que por supuesto no es imprescindible, puesto que el pastel al llevar la ralladura no depende exclusivamente del glaseado para poder disfrutar del aroma a pomelo. Y aunque no es un bizcocho que suba en exceso y quede demasiado vistoso tiene un sabor a los bizcochos caseros de siempre por su aporte de mantequilla.

Ingredientes

Para 8 personas
  • Mantequilla a temperatura ambiente 225 g
  • Azúcar 225 g
  • Huevo 4
  • Harina bizcochona con levadura 225
  • Pomelo rosa o rojo
  • Azúcar glasé 80 g

Cómo hacer bizcocho de pomelo glaseado

Dificultad: Fácil
  • Tiempo total 1 h 5 m
  • Elaboración 20 m
  • Cocción 45 m

Precalentar el horno a 180ºC o a 170ºC con turbo. En un bol o el vaso de una batidora batir la mantequilla con el azúcar hasta que doble el volumen y se vea cremosa. Añadir los huevos uno a uno, incorporando el siguiente cuando ya se haya absorbido el anterior. Agregar la ralladura de pomelo y la harina con levadura. Mezclar bien para que se forme una masa sin grumos. Hornear a la misma temperatura durante 45 minutos.

Una vez cocido el bizcocho dejarlo dentro del molde y poner un cacito al fuego con el zumo y el azúcar, llevar a ebullición y verter rápidamente sobre el bizcocho aún caliente dejando que vaya absorbiendo el glaseado. Desmoldarlo una vez frío.

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Con qué acompañar el bizcocho

El bizcocho de pomelo glaseado es muy jugoso gracias al aporte del zumo de fruta en su interior y lo hace muy adecuado para desayunos y meriendas. Al llevar el glaseado se mantiene como mucho durante tres o cuatro días en un recipiente hermético y también se podría congelar.

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