Existe una variedad inmensa de bizcochos, y aunque en general me gustan todos, admito que tengo debilidad por alguno de ellos, como este bizcocho Madeira que os muestro hoy, es de esos sencillos que a simple vista pueden resultar muy normales, pero que una vez lo pruebas no puedes dejar de comerlo.
Es un bizcocho tradicional de la gastronomía inglesa y muy popular no sólo allí, sino en muchos más países. Su textura esponjosa y suave, unido al rico aroma a limón que presenta lo hacen tentador. En alguna que otra ocasión lo he aromatizado con naranja o mandarina, y ahora que estamos en plena temporada de estas frutas, os animo a que también lo probéis con ellas, queda igualmente delicioso.
Ingredientes
240 gr. de mantequilla, 200 gr. de azúcar, 1 limón, 3 huevos, 210 gr. de harina con levadura incorporada, 90 gr. de harina de repostería, 2 cdtas de azúcar.
Cómo hacer un bizcocho Madeira
En el bol de nuestra batidora eléctrica o manualmente pondremos la mantequilla, estará a temperatura ambiente, junto con el azúcar y lo mezclamos hasta conseguir una masa suave y homogénea.
Seguidamente añadimos los huevos uno a uno junto con una cucharada de harina cada vez y batimos bien después de cada adicción.
Seguidamente añadimos el resto de la harina y batimos hasta integrar. Terminamos añadiendo la ralladura de limón y el zumo del mismo y volvemos a batir hasta que nos quede una masa homogénea y suave.
Engrasamos el molde que vayamos a utilizar, añadimos la masa y rociamos por encima las dos cucharaditas de azúcar.
Lo introducimos en el horno, previamente precalentado a 170º, durante una hora aproximadamente o hasta que veamos que pinchamos con una aguja y sale limpia.
Una vez transcurrido el tiempo lo sacamos del horno y lo dejamos enfriar dentro del molde durante unos 15 min, después lo desmoldamos y lo pasamos a una rejilla hasta que se enfríe completamente.
Tiempo de elaboración | 80 minutos
Dificultad | Baja
Adaptado del libro How to be a Domestic Goddess
Degustación
El bizcocho Madeira es ideal para disfrutar tanto en el desayuno como en la merienda, además por su textura resulta especialmente rico acompañado de un poco de mermelada o Lemond Curd.
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