Después del #díadelcafé en twitter me dí cuenta de lo versátil que era el café en la cocina, sobre todo de los postres. Así que me he animado a probar con él y he empezado con la receta de un bizcocho rápido de café. Os aseguro que si me animo a compartirlo es porque me ha encantado el resultado y eso que lo hice así sin pensar demasiado el cómo.
El olorcito que había en mi cocina cuando se cocinaba, madre mía, espectacular esa mezcla de café y bizcocho. Hay una canción de Amaral que dice dice que el amor es como el olor a café y tostadas, si hubiera conocido este bizcocho habría dicho, que es como el olor a bizcocho de café de Directo al Paladar. ¡Vaya, que tenéis que probarlo!
En un bol ponemos todos los ingredientes descritos, incluido el café soluble. Mezclamos muy bien con la batidora, si es de varillas mucho mejor. El café soluble a veces o se disuelve bien, así que deja a la masa reposar 5 minutos y vuelve a batir, hasta que quede homogéneo. Vuelve a dejar la masa reposar 10 minutos y si puede ser en frío mejor. Ve poniendo a calentar el horno a 180ºC y mete dentro un recipiente, apto para horno, con agua que aportará humedad al bizcocho.
Mientras, prepara el molde. Ya sabéis que yo uso spray desmoldante porque es lo que mejor resultado me da, pero podéis forrarlo o bien ponéis mantequilla o aceite de girasol bien repartido por el molde.
Después, llena el molde con la masa reposada y hornea durante 40-45 minutos a 180ºC. Yo para evitar la "gran magdalena"; y sobre todo que se me queme, lo horneo tapado con papel de aluminio, pero cada uno conoce su horno.
Con qué acompañar el bizcocho de café
Para degustar este bizcocho rápido de café sólo tendrás que esperar a que se enfríe y si lo deseas espolvorearlo con un poco de azúcar glacé o incluso cacao en polvo. Yo los suelo dejar enfriar en el molde. Muchos puristas lo sacan a los 10 minutos para que se airee, pero encuentro que esa humedad que pierde es necesaria para que sea jugoso.
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