La primera vez que hice este pastel mis hijos lo bautizaron como bomba de chocolate y con el nombre se quedó. Lo cierto es que no hay ningún otro que cuadre mejor con la receta. Es una auténtica bomba, por los ingredientes que lleva y por su sabor, sólo apta para golosos y auténticos amantes del chocolate.
Indiscutiblemente, más aún con el calor que está haciendo, este pastel está mucho mejor si se deja reposar toda una noche en la nevera. Los sabores se consolidan y el frío hace que el escarchado que lo cubre quede ligeramente crujiente.
Empezamos pasando por un cedazo la harina, la levadura y sal, dejando la mezcla aparte en un cuenco. En otro cuenco, ponemos la mantequilla y el azúcar moreno, batiendo hasta que la mezcla quede cremosa. Después, añadimos los huevos de uno en uno, batiendo bien después de incorporar cada uno.
Fundimos el chocolate al baño Maria. Lo dejamos enfriar levemente y lo añadimos a la mezcla anterior. A continuación, añadimos un poco de la mezcla de harina y batimos. Vamos echando alternativamente harina y nata, batiendo tras cada incorporación, hasta que esté todo mezclado.
Ponemos la masa del bizcocho en un molde de cremallera engrasado y lo horneamos a 180 ºC unos 45 minutos o hasta que pinchando con un palillo este salga limpio. Una vez horneado, colocamos el bizcocho sobre una rejilla metálica y lo dejamos enfriar completamente antes de cortarlo longitudinalmente en dos.
Mientras, preparamos el relleno. Para ello, batimos mantequilla hasta que esté blanda y esponjosa. Añadimos el azúcar molido y la nata líquida y lo batimos todo hasta que esté bien mezclado. Colocamos una capa del bizcocho sobre la bandeja en la que lo vayamos a servir, la embebemos de leche y repartimos por encima el relleno. Poniendo encima la otra capa de bizcocho.
Para hacer el escarchado, fundimos el chocolate y la mantequilla al baño María, dejando que se enfríe un poco la mezcla. Batimos ligeramente las yemas de huevo y las echamos removiendo a la mezcla de chocolate y mantequilla.
Por último, agregamos el azúcar molido a cucharadas, batiendo después de incorporar cada una, hasta terminar de añadirlo todo. Terminamos el pastel, repartiendo el escarchado por encima de este dejando que gotee por los lados. Mejor guardarlo en la nevera de un día para otro.
Con qué acompañar la bomba de chocolate
La amiga que me dió esta receta de bomba de chocolate me dijo que la sirviera acompañada de nata líquida espesa, pero sinceramente a mí me parece que el pastel tiene suficientes calorías para añadir aún más. Servido recién sacado de la nevera está delicioso, el bizcocho queda muy esponjoso y, como os he comentado, el contraste con el escarchado me encanta.
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