Carmen Tía Alia
Editor SeniorEste bundt cake de mantequilla al estilo Kentucky es tremendamente delicioso. La salsa de mantequilla empapa la masa del bizcocho y aporta mucha jugosidad y sabor a la miga. Además es muy fácil de preparar, la masa se hace casi sola y sin necesidad de batir los ingredientes en ningún orden determinado.
Es perfecto para una ocasión especial y cunde mucho, pues se trata de un cake denso del que basta un pequeño trozo para sentirse saciado. Si no tienes molde de bundt, puedes usar un molde de corona o cualquier otro de bizcocho que tengas a mano.
Engrasamos y enharinamos el interior de un molde de bundt. Lo hacemos a conciencia para que todos los recovecos y huecos queden cubiertos. Mezclamos todos los ingredientes del bizcocho y batimos suavemente con unas varillas eléctricas durante unos tres minutos o hasta obtener una masa homogénea.
Rellenamos el molde con la masa, dejando caer siempre en el mismo punto y que se expanda por sí sola. Para que no se formen burbujas de aire levantamos un poco el molde y lo dejamos caer sobre la encimera. Repetimos unas cuantas veces.
Cocemos el bundt cake en el horno, precalentado a 175 ºC con calor arriba y abajo, durante 55-65 minutos. Sabremos si está listo cuando, al insertar una brocheta en el centro, ésta sale limpia. Retiramos el bundt cake del horno y pinchamos por todos lados con una brocheta.
Regamos con la mitad de la salsa de mantequilla (ver receta más abajo) y dejamos que se absorba. A los diez minutos desmoldamos el bundt cake y lo pasamos a un plato de servir. Regamos con el resto de la salsa y dejamos enfriar antes de consumir.
Para preparar la salsa de mantequilla calentamos todos los ingredientes en un pequeño cacito a fuego suave. Removemos para ayudar a que el azúcar se disuelva y evitar que la salsa llegue a hervir.
Con qué acompañar el bundt cake de mantequilla al estilo Kentucky
Los bundt cakes en general, y este de mantequilla al estilo Kentucky en particular, son bizcochos contundentes y saciantes. Un pequeño trozo junto con un vaso de leche, un café o una infusión es suficiente para la merienda o para matar el hambre a media mañana.
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