La charlota, charlotte o, en versión españolizada, carlota, es un postre francés que se conoce mundialmente como uno de los más deliciosos y versátiles, ya que tiene la capacidad de adaptarse a muchos ingredientes.
Es una tarta que puede elaborarse con una base de bizcocho o brioche ya comprado, sin requerir horneado, o bien elaborando unos deliciosos bizcochos de soletilla caseros como hoy hemos hecho nosotros. Puede rellenarse con mermeladas, frutas, crema o helado, pero hoy os traemos una versión de las más clásicas, la carlota de manzana.
El posible origen de este postre es dificil de concretar, pero algunos dicen que nació en el Reino Unido a mediados del siglo XVIII, y se le compara con los famosos triflés ingleses, preparados en un molde y tapizados de pan con mantequilla o trozos de brioche, rellenos de compota de fruta cocida, como peras, manzanas o ciruelas.
Originalmente, estas tartas se horneaban, pero a inicios del siglo XIX, la receta original se modificó convirtiéndose en un postre que se servía y se comía en frío. Popularizándose entre las clases sociales altas, que eran los únicos que podían costear el transporte del hielo cortado hasta sus cocinas.
Curiosamente, no se conoce el nombre original de la receta. Una teoría postula que se tomó de la reina Carlota de Mecklemburgo-Strelitz, esposa del rey Jorge III de Reino Unido. Pero como todo postre clásico también existen otras versiones, como aquella que sugiere que fue creada por Marie-Antoine Carême, el chef real francés durante muchos años a inicios del siglo XIX. Se dice que él adaptó la receta a un postre frío hecho a base de bizcochos de soletilla y crema bávara y le dio el nombre de charlotte à la parisienne o charlotte parisienne, en honor al nombre de la princesa Carlota Augusta de Gales, la hija única del rey Jorge IV.
El propio Carême lo renombró tiempo después como charlotte à la russe o charlotte russe, cuando estuvo al servicio del zar Alejandro I de Rusia, lo que sugiere que el postre igualmente fue nombrado en honor a la zarina Carlota de Prusia, esposa de Nicolás I de Rusia. Sea como sea, la carlota de manzana es un postre que os invitamos a probar si os gustan los sabores delicados y las texturas suaves.
Philips Daily HR3740/00 - Batidora Amasadora, 450w, 5 Velocidades, Color Blanco
Comenzaremos preparando los bizcochos de soletilla si los queremos hacer caseros, si no tenéis tiempo para hornear y preferís usarlos comprados, os saltaréis este paso.
Precalentamos el horno a 200 grados centígrados con calor arriba y abajo y posición media de la rejilla. Con una batidora o unas varillas montamos las claras a punto de nieve añadiéndole los 120 gramos de azúcar poco a poco. Añadimos con cuidado las yemas de huevo, y mezclamos cinco segundos. Agregamos la harina tamizada y con una espátula unimos bien los ingredientes.
Preparamos una bandeja de horno con un papel antiadherente. Con una manga pastelera y boquilla lisa, hacemos dos discos de masa de unos 14 centímetros y unos 15 bizcochos de 12 centímetros de largo. Espolvoreamos con el azúcar glas. Horneamos 12 minutos.
Confeccionamos la crema bavaroise. Para ello metemos a hidratar en agua muy fría las hojas de gelatina. Después en un cazo echamos la leche y la vaina de vainilla , calentamos hasta que hierva. Vertemos sobre las yemas la leche caliente, removemos y volvemos toda la preparación al cazo, cociendo la mezcla hasta los 82 grados centígrados, sin que llegue a hervir. Separamos la crema inglesa del fuego, añadimos la gelatina bien escurrida y reservamos.
Batimos la nata bien fría con varillas hasta que esté ligeramente firme. Cuando la crema inglesa esté a 25 grados, añadimos suavemente la nata y mezclamos con una espátula de silicona. Reservamos. a temperatura ambiente.
Pelamos las manzanas y las cortamos en octavos. En una sartén derretimos al mantequilla, añadimos las manzanas y el azúcar y salteamos todo durante 15 minutos o hasta que las manzanas estén tiernas. Para hacer el almíbar calentamos en un cazo el agua y el azúcar, lo llevamos a ebullición y agregamos el licor de manzana. Reservamos.
Preparamos un molde desmontable de unos 16 centímetros de diámetro. Colocamos los bizcochos de soletilla remojados ligeramnete en el almíbar alrededor de la pared del molde. Insertamos uno de los discos de bizcocho como base. Añadimos la mitad de la crema bavaroise, una capa de manzana estofada, y repetimos la operación, terminando con un disco de bizcocho. Refrigeramos tres horas como mínimo para que gelifique toda el interior de la charlota. Servimos bien fría.
Con qué acompañar la charlota de manzana
La charlota de manzana es perfecta para acompañar con una bola de helado de vainilla o incluso bañarla con un buen chorro de crema inglesa de vainilla. Es un postre dulce, pero no pesado, ideal para terminar una comida especial.
En Directo al paladar | Pudin de pan. Receta de aprovechamiento En Directo al paladar | Brownie de almendra y chocolate. Receta