Desde siempre, mis caramelos preferidos han sido los blandos de café con leche. Nunca se me había ocurrido prepararlos yo misma, pero me pasaron esta receta de chocolate fudges o caramelos cremosos de chocolate y pensé ¿por qué no intentarlo? Tengo que deciros que están deliciosos, creo que a partir de ahora me paso del café con leche al chocolate.
Eso sí, me costó un poco que adquirieran la consistencia deseada. La receta original decía que había que dejarlos tres horas en la nevera, pero en mi caso no fue suficiente, así que terminé guardándolos un par de horas en el congelador y con el frío ya pude desmoldarlos sin problemas. No tardéis mucho en degustarlos una vez que los hayáis desmoldado.
Empezamos hirviendo la nata líquida y reservándola. En una sartén, hacemos un caramelo con el azúcar, sin añadir ni agua ni limón. Cuando esté bien dorado, lo sacamos del fuego y añadimos muy poco a poco la nata, removiendo con mucho cuidado porque puede salpicarnos.
Agregamos la miel, vertiéndola sobre la mezcla de caramelo y nata, y ponemos la sartén de nuevo al fuego hasta alcanzar los 114ºC (lo sabremos ayudándonos de un termómetro). Después, añadimos el chocolate y la mantequilla, retirando la mezcla del fuego y removiendo para integrarlo todo.
Vertemos esta mezcla en moldes pequeños de silicona (de bombón) o en uno grande rectangular o cuadrado. Lo dejamos enfriar en el congelador un mínimo de dos horas, pasado este tiempo o desmoldamos o cortamos en porciones antes de servir.
Con qué acompañar los caramelos cremosos de chocolate
Esta receta de chocolate fudges o caramelos cremosos de chocolate es ideal para servir como bocadito dulce acompañando el café o té, tras una comida copiosa en la que apetezca terminar con un sabor dulce pero no apetezca un postre. Al ser tan cremosos no pueden envolverse como otros caramelos, pero os aseguro que vale la pena prepararlos ¡Son puro vicio!