Seguimos aprovechando las frutas de verano para hacer recetas y no podía faltar para una de nuestras cenas de fin de semana la receta de clafoutis de melocotón. La receta más clásica de clafoutis es la de cerezas, pero hoy le hemos dado una vuelta de tuerca con esta versión. Se hace muy rápido y son exquisitos si queremos incluir un postre con fruta no muy pesado.
Podéis utilizar cualquier otra fruta que te guste para elaborarlo, simplemente mantened las proporciones. Si preferís usar un molde grande en vez de varios individuales, el tiempo de horneado será un poco mayor. Tenéis que tener cuidado para que no se dore demasiado y esté en su punto. Si esto sucede, cubrid los clafoutís con papel de plata mientras termina la cocción.
Ingredientes
- Huevos L 2
- Azúcar 80 g
- Sal
- Esencia de vainilla 1 cucharadita
- Almendra molida sin tostar 30 g
- Harina de trigo 20 g
- Crème fraîche 100 g
- Melocotón rojo grande 2
- Mantequilla
- Azúcar glasé
- Almendra laminada para adornar
Cómo hacer clafoutis de melocotón
- Tiempo total 40 m
- Elaboración 10 m
- Cocción 30 m
Precalentamos el horno a 180º con calor arriba abajo. Batimos los huevos, el azúcar, la pizca de sal y la esencia de vainilla hasta que la mezcla aumente de volumen y se vuelva blanquecina. Agregamos la harina tamizada junto a las almendras y removemos. Por último, añadimos la crème fraîche y batimos unos segundos más.
Engrasamos cuatro moldes con mantequilla, y repartimos en ellos uno de los melocotones troceado, previamente limpio y pelado. Vertemos la crema hasta cubrir ligeramente y laminamos por encima el otro melocotón. Podemos espolvorear un poco más de azúcar sobre la superficie.
Horneamos durante unos 30 minutos hasta que la mezcla haya cuajado y la superficie esté ligeramente dorada. Sacamos del horno y servimos el clafoutís de melocotón tibio o frío. Podemos espolvorear con almendra laminada y azúcar glasé.
Con qué acompañar el clafoutis de melocotón
El clafoutis de melocotón aconsejo tomarlo tibio, servido al poco tiempo de hornearse. Acompañadlo de un poco de helado de vainilla, la diferencia es magnífica, tanto en sabor como en contraste frío calor. Si preferís optar por otra fruta para hacerlo, combinad con un helado del sabor que mejor se ajuste. Por ejemplo, para un clafoutis de cereza, el helado de chocolate es perfecto.