Cuestiones de copyright mediante, el mundo entero que conocemos popularmente como donuts no se puede llamar como tal siempre. Igual que ocurre con el nombre doughnut, el bautismo oficial de estos dulces de masa frita que nos conquistaron desde que éramos pequeños.
Por eso, si nos ponemos manos a la obra en casa, hemos de llamarles donas, un nombre que quizá nos suene un poco a chino pero que como sustitutivo funciona.
Lo que sí os aseguramos que no es un sustitutivo es esta receta con la que podéis sorprender en casa y controlar todas las fases del proceso, incluyendo el glaseado final que será lo que más nos convenza. Y si os da perece freír, los donettes caseros son otra buena y golosa alternativa.
No es una receta complicada, aunque sí tiene bastantes pasos y necesita una ligera fermentación para que la masa suba, pero os aseguramos que el resultado merece la pena.
11pcs - 3 Molde Donut 2pcs Brocha de Silicona 6 Taza de Muffin Reutilizada, Molde Donuts silicona con Cepillopara para Hornear Rosquillas, Magdalenas, Bagels
Con qué acompañar las donas caseras
Teniendo en cuenta que es un postre o merienda que tienta a los infantes, lo normal sería poner un buen vaso de leche o un batido de chocolate, pero también podemos servirnos los adultos y hacer un buen café para desayunar.
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Ponemos en un bol la harina tamizada, juntamos y calentamos la leche y el agua hasta tenerlo tibios, diluimos el azúcar, hacemos un volcán en la harina y los incorporamos.
Desmenuzamos la levadura sobre la leche y agua que hemos puesto en el volcán de harina. Comenzamos a trabajar con una espátula o cuchara desde el centro donde están los líquidos haciendo círculos cada vez mas grandes para ir incorporando poco a poco toda la harina.
Una vez incorporada toda la harina empezamos a amasar dentro del bol con las manos cinco minutos. Hacemos un hueco en centro de la masa donde ponemos el trozo de mantequilla y seguimos amasando hasta incorporar totalmente la mantequilla y nos quede una masa lisa y un poco pegajosa.
Sacamos del bol,** le damos forma de bola lisa**, pintamos con un poco de aceite las paredes del bol y volvemos a poner la masa, tapada con film en un sitio no frio para dejarla fermentar durante dos horas para que doble su volumen.
Pasado ese tiempo ponemos un poco de harina en la encimera y volcamos la masa sobre ella. Estiramos la masa con un rodillo sin apretar en exceso para quitar las burbujas de la fermentación, hasta conseguir un grosor de un centímetro o centímetro y medio.
Cortamos círculos con un cortapastas de unos 7,5 centímetros de diámetro a los que les hacemos un agujero en el medio con otro cortapastas de 2,5 centímetros de diámetro.
Ponemos las donas crudas en una bandeja sobre cuadrados de papel sulfurizado para evitar volver a tocarlas con las manos. Y las dejamos fermentar de nuevo 20 minutos.
Una vez pasados los 20 minutos, freímos las donas en abundante aceite de girasol a 170 ºC, uno o dos minutos por cada lado hasta tener un color dorado, y las sacamos a una rejilla para que escurra el exceso de aceite.
Para hacer el glaseado ponemos en un bol 200 gramos de azúcar glasé, vamos añadiendo agua fría moviendo con varillas hasta conseguir una textura semiliquida y semitransparente.
Bañamos las donas sumergiendo la mitad en el glaseado y dejando escurrir en las rejillas.