Es bien cierto que en repostería es muy importante que ese pastel o tarta que presentas en tu mesa estén ricos, pero que también entren por los ojos. No me negaréis que la presentación influye para que probemos una preparación o quizá por su aspecto la dejemos pasar, así que cuando veo esas tartas de frutas en los escaparates de las pastelerías, con su glaseado por encima, me apetecen el doble que cuando las preparaba yo antes en casa sin nada por encima o simplemente con una mermelada.
Hoy os explico cómo hacer una gelatina de brillo para tartas y frutas que le dará un aspecto mucho más profesional y una apetecible terminación a vuestros postres. Se prepara de manera muy sencilla, y se conserva en la nevera durante un máximo de quince días.
Comenzaremos echando el agua en una olla y la ponemos al fuego a calentar. Por otra parte mezclamos bien el azúcar con la pectina. Cuando el agua esté templada añadimos sin dejar de remover el agua con unas varillas, el azúcar con la pectina en forma de lluvia, y llevamos todo a ebullición.
Ponemos las gotas de zumo de limón y vertemos a un recipiente hermético dejando enfriar la mezcla, que espesará a medida que vayan pasando las horas. Guardar en el frigorífico en un recipiente con tapa hermética dejando la menor cantidad de aire dentro de éste.
Con qué acompañar la gelatina de brillo para tartas y frutas
Para usar la gelatina de brillo para tartas y frutas debéis calentar ligeramente en el microondas solamente aquella cantidad que vayáis a utilizar. Después con un pincel de repostería iréis pincelando con cuidado las piezas que queráis darles brillo, o bien si es un pastel completo añadiendo la gelatina por encima templada y con una jarrita.
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