Demasiado pasadas para ser consumidas en crudo, pero en estado decente de consumo, así estaban las manzanas que hemos utilizado en esta compota de manzana y pasas al vino blanco. Una manera muy decente de darles una nueva vida, una receta de aprovechamiento en toda la regla. Porque, como siempre os decimos, aquí no se tira nada.
Si esto no fuera suficiente, la compota de manzana y pasas al vino blanco es una receta sana, sabrosa, fácil, rápida y, sobre todo, muy versátil. Se puede tomar por sola, acompañada, como postre, como guarnición de platos salados, etc. Da un juego tremendo y aguanta varios días en la nevera así que ¿por qué no hacerla ya mismo y consumirla a lo largo de los próximos días?
Ingredientes
- Manzana tipo Royal Gala o Golden 350 g
- Uvas pasas sultanas o de Corinto 20 g
- Azúcar 10 g
- Vino blanco 50 ml
Cómo hacer compota de manzana y pasas al vino blanco
- Tiempo total 5 m
- Elaboración 1 m
- Cocción 4 m
Para elaborar esta compota de forma express es necesario utilizar el horno microondas aunque, si no disponemos de él, también podemos prepararla a la manera tradicional, es decir, utilizando una cacerola y cociendo la manzana al fuego. Tardaremos un poco más de tiempo, pero disfrutaremos de ella igualmente.
Pelamos las manzanas, retiramos y desechamos los corazones. Cortamos en dados de igual tamaño y colocamos en un recipiente apto para microondas. Añadimos las uvas pasas, esparcimos el azúcar y regamos con el vino. Cerramos el recipiente y cocemos en el microondas durante 4 minutos a máxima potencia.
Transcurrido el tiempo de cocción, retiramos el recipiente del microondas y dejamos reposar antes de abrir la tapa , con el fin de evitar quemarnos por efecto del vapor. Podemos servir la compota de manzana y pasas al vino blanco inmediatamente, en caliente, o esperar a que se enfríe. Al gusto.
Con qué acompañar la compota de manzana y pasas al vino blanco
La compota de manzana y pasas al vino blanco es un postre que me transporta a la infancia y que encuentro de lo más reconfortante. Está deliciosa en caliente o templado, servida con una bolita de helado de vainilla o con un poco de crema pastelera. Es un postre poco calórico, apenas lleva azúcar, y muy adecuado para quienes cuiden sus dietas.
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