Cuando no tengo tiempo hago este postre súper fácil con una lámina de hojaldre y mermelada

Aunque siempre tenemos a mano fruta fresca que servir de postre, en ocasiones apetece algo más goloso. En uno de esos días, nada como esta receta súper fácil de hacer, que también es ideal si tenemos que improvisar un postre en una celebración. Más ahora que se acercan las Navidades.

Es increíble lo que se puede hacer utilizando solo una lámina de hojaldre y mermelada. La única complicación de esta receta reside en hacer unas tartaletas de hojaldre, para las que he usado unos moldes especiales y un cortador de un diámetro un poco más grande, aunque las puedes hacer perfectamente a mano.

Solo hay que aplastar ligeramente el hojaldre en los moldes y rellenarlos con tu mermelada favorita, hasta la mitad. La tarea será más sencilla si usamos una manga pastelera, pero no es necesario.

Una vez listas, metemos las tartaletas en el horno a 210ºC con calor arriba y abajo, durante 12-14 minutos. Una vez listas, retiramos del horno y dejamos enfriar completamente antes de desmoldar, ya que son sumamente frágiles. En el momento de servir, espolvoreamos con azúcar glas a modo de decoración. Si te sobra hojaldre, además, puedes hacer unas sencillas trenzas.

Esta elaboración es tan sencilla que casi ni merece el apelativo de receta. Es un recurso ideal para tener siempre a mano, ya sea como postre, o como merienda de fiesta, acompañando las tartaletas de un buen café con leche o un té.

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