Se acerca el día de muertos y ya estamos todos dando vueltas a las recetas de Halloween. Si no teníais pensado con que sorprender de manera terrorífica a vuestros amigos, os recomiendo que os encerréis un ratito en la cocina, encendáis el horno, y preparéis estos deliciosos dedos de bruja tan realistas.
Como la masa es abundante, si solo queréis preparar unos pocos podéis reservar la mitad para hornear unas ricas pastas para el desayuno, aunque creo que os va a gustar tanto hacer los dedos de bruja que no os va a sobrar nada.
Comenzaremos batiendo con una batidora de varillas la mantequilla a temperatura ambiente junto con el azúcar durante cinco minutos. Seguidamente añadimos el huevo junto con la esencia de vainilla y batimos hasta que se haya integrado.
Entonces añadimos la harina poco a poco y vamos formando una masa blanda pero que no se pegue a los dedos, si la vemos muy seca le añadimos una cucharadita de leche. Hacemos una bola de masa y reservamos un rato en la nevera para que endurezca un poco. Precalentamos el horno a 170 grados.
Una vez fría la masa, dividimos la bola en cuatro trozos. Con cada porción vamos haciendo cilindros de masa del tamaño de un dedo y colocándolos en una bandeja para horno forrada con papel de hornear. Una vez colocadas en la bandeja le hacemos con un cuchillito o una brocheta las marcas de los nudillos, colocamos la almendra entera a modo de uña y la pintamos éstas con colorante rojo para ser más realista.
Horneamos las galletas durante quince minutos o hasta que las veamos ligeramente doradas. Esperar a que se enfríen en la bandeja antes de manipularlas.
Con qué acompañar los dedos de bruja
No habrá nada mejor para una merienda verdaderamente terrorífica que preparar estos dedos de bruja, aunque de un poco de repelús mojados en un chocolate o un café resultan deliciosos. Y si sobran, se conservan perfectamente en una lata hermética varios días como cualquier galleta.
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