Hace más de tres años que hago este helado desde que lo probé en una heladería de aquí. En esta heladería elaboran helados de sabores poco comunes y en muchas ocasiones con productos comerciales de éxito. El helado de galletas María también existe de la marca La Lechera, aunque el sabor no es tan rico como esta receta casera.
Mis primeros helados acostumbraba a hacerlos con la base de natilla, aunque en la actualidad como podéis ver en las recetas que publico, opto por otros sistemas que tienen igual resultado y no tienen el problema de la conservación, como sucede con los primeros.
Calentamos en un cazo a fuego medio bajo la nata, el azúcar y la miel. Mientras, trituramos las galletas y las unimos a la leche, reservando un poco para mezclar con las yemas de huevo. Cuando la nata esté tibia y el azúcar se haya disuelto vertemos la mezcla de galletas y leche.
Removemos para que se una todo bien. Aparte, unimos las yemas con la leche que hemos reservado y las vertemos al cazo. A partir de este momento sin parar de remover, cocemos hasta que la crema se espese ligeramente con mucho cuidado de que no se pegue ni llegue a hervir.
Pasamos a una jarra y enfriamos durante unas horas. Podemos montar el helado bien con heladora o a mano. Si lo hacemos a mano debemos remover cada media hora el helado para que no se formen cristales de hielo. Si hacemos el helado con máquina pasamos la crema a la heladora hasta que monte. Guardamos en un túper el helado un par de horas más para que tenga la consistencia deseada.
Con qué acompañar el helado de galletas María
El helado de galletas María es perfecto si eres de las personas a las que les encantan estas galletas. El sabor es sutil pero lo suficientemente pronunciado para que en cuanto lo pruebas se te vengan a la mente los desayunos de tu infancia. Combinado con helado de vainilla es toda una delicia, probadlo.