Una de mis debilidades y de mis mejores recuerdos de infancia, son los higos. Mi abuela tenía una espléndida higuera y había un tejadillo desde el que se podía acceder a lo más alto del árbol, sentada sobre él, el tiempo transcurría mientras, golosamente, degustaba aquel dulce néctar de colores y sabores. Todos los años, cuando es la temporada, recorro las mejores tiendas en busca de aquel sabor (o quizás de aquel momento) y … Mientras tanto os dejo estos higos al vino con helado de vainilla que me van reconfortando.
Ingredientes: (para 6 personas) 12 higos, 1 litro de vino tinto, 5 clavos de olor, corteza de limón, 200 gramos de azúcar, ½ litro de nata líquida y unas gotas de zumo de limón. Para el helado de vainilla: 1 litro de leche, ½ litro de nata, 200 gramos de azúcar, 10 yemas y 2 vainas de vainilla.
Preparación: Para preparar el helado de vainilla, ponemos a cocer la nata con la leche, el azúcar y las vainas de vainilla abiertas por la mitad. Dejamos infusionar durante varias horas, retiramos las vainas, sacamos bien la pulpa y la incorporamos a la leche; batimos las yemas de huevo y las mezclamos poco a poco con la leche. Ponemos al fuego al baño maría y vamos removiendo hasta que se conforme una crema, dejamos enfriar y congelamos o la metemos en la heladora.
Para los higos, ponemos a cocer el vino con el azúcar, la corteza de limón y los clavos, cocemos en este almíbar los higos enteros sin pelar 5 minutos, sacamos los higos y seguimos cociendo la salsa hasta que se espese y se reduzca a un tercio. La dejamos enfriar con los higos dentro y agriamos la nata con unas gotas de limón.
En el momento de servir, distribuimos la salsa en la mitad de los platos y, luego, colocamos los hogos y una bola de vainilla, jugando con los colores opuestos. Lo podemos decorar con barquillos, hojitas de menta o unas lenguas de gato.
