El Kugelhopf no es un postre muy conocido pero bien merece la pena probarlo, no muy a menudo, eso si, ya que nos estaremos metiendo unas 800 calorías en el cuerpo. Los mejores moldes para este pastel son de barro vidriado, por lo que si compráis uno, tendréis que dejarlo en remojo en agua caliente con unas cucharadas de aceite durante 24 horas, pasado ese tiempo, deberá escurrirse y hacerse cocer al horno con un poco de leche durante 10 minutos, así los poros quedarán cerrados.
Ingredientes: 500 gramos de harina, 75 gramos de azúcar, 1 pellizco de sal, 150 gramos de mantequilla, 2 huevos, 150 gramos de pasas de Corinto, 250 mililitros de leche, 20 gramos de levadura de panadero y 30 gramos de almendras.
Preparación: Ponemos las pasas en remojo con agua caliente. Tamizamos la harina y la disponemos en un bol; diluimos la levadura en 3 cucharadas de leche y la mezclamos con la harina dejándolo tapado con papel transparente a una temperatura de entre 25 y 35ºC, hasta que haya doblado el volumen. Escurrimos las pasas y las mezclamos con la harina, les añadimos la sal, la leche, el azúcar y la mantequilla, mezclamos todo bien e incorporamos los huevos a la masa.
Amasamos durante unos 20 minutos hasta que esté dura y bien despegada de las paredes del bol, entonces tapamos con papel transparente y dejamos que se levante.
Engrasamos con mantequilla un molde de de kugelhopf (a poder ser) y decoramos la parte inferior con las almendras. Toda vez que la masa haya doblado su volumen, la trabajamos rápidamente y la colocamos en el molde, dejándola subir de nuevo tapada; cuando llegue al borde del molde, retiramos el papel transparente y cocemos a fuego medio, precalentado, durante unos 45 minutos.