Aviso para navegantes: si no te gusta el dulce, deja de leer, porque esta mousse de melocotón es una apología del azúcar en plena regla, no apta para diabéticos. Ahora bien, si eres goloso, abróchate el cinturón, estás ante el postre que hará que se dilaten tus pupilas y te vuelvas hiperactivo. Dicho esto, prosigo.
Los postres nunca han sido lo mío, me cuesta seguir las indicaciones y andar midiendo y pesando todos los ingredientes, así que cuando una amiga mía me contó como hacía mousse de melocotón vi la luz al final del tunel; ya tenía receta de postre para mi menú de Navidad. Porque aquí las medidas son lo de menos, se hace todo un poco a ojo y a gusto del chef, lo único que hace falta es un poco de paciencia a la hora de batir las claras a punto de nieve.
Ingredientes para 4 personas
400gr de melocotón en almíbar, 3 huevos, un limón, leche condensada, nata montada, azúcar.
Preparación de la mousse de melocotón
Lo primero que hay que hacer es triturar bien los melocotones. Para ello los introducimos en el recipiente adecuado y aplicamos la fuerza de los dientes de nuestra batidora. Después añadimos el zumo de medio limón (o más, si te gusta el sabor a limón), la yema de un huevo (o las tres, es cuestión de gustos) y la leche condensada.
Esto último lo hacemos poco a poco, probando la mezcla hasta que nos guste su sabor, pero echad sin miedo, al menos unos 200gr. Batimos bien y reservamos.
Ahora toca llevar las claras de huevo hasta el punto de nieve. Introducimos las claras en un bol de dimensiones generosas, pues crece mucho, inclinamos un poco el recipiente y aplicamos la batidora a la mínima potencia, con movimientos suaves de abajo a arriba. Al poco añadimos una pizca de sal y luego un poco de azúcar.
Un buen truco para saber si están bien montadas es inclinar el recipiente, si nada se mueve, listo, si no, seguimos un poco más. Ante todo, paciencia.
Una vez tenemos las claras listas, hay que mezclarlas con el melocotón que teníamos reservado. Este es el punto más delicado, hay que verter el puré sobre las claras muy poco a poco a la vez que removemos con las varillas, de forma muy suave, preferiblemente a mano. La mezcla tiene que quedarse esponjosa, aunque menos de lo que uno esperaría de una mousse, no os asustéis, luego en el frigorífico mejora.
El último paso es bien sencillito, elegir las copas adecuadas y verter en ellas con esmero nuestra amarillenta preparación. Luego las tapamos con film transparente y las dejamos reposar al menos tres horas en la nevera. Para terminar, justo antes de servir, rematamos esta deliciosa mousse de melocotón con una buena dosis de nata montada.
Tiempo de elaboración | 30 minutos más 3 horas de reposo en la nevera
Dificultad | Media
Degustación
Como ya os habréis imaginado, la mousse de melocotón es dulce, muy dulce, pero no es su única virtud. Es un postre muy vistoso en la mesa debido al color amarillo y a la corona de nata. En la boca, se deshace con un leve cosquilleo en el paladar.
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