Un postre sencillamente goloso, así es como puedo definiros esta panna cotta al caramelo de mantequilla salada. Con un aire muy francés, esta receta es tan fácil de realizar que os quedaréis sorprendidos de como habéis conseguido un resultado tan delicioso con tan poco esfuerzo.
Para prepararlo podéis bien utilizar mantequilla salada, que ahora ya la veréis en todos los supermercados, o bien ajustar el grado de sal vosotros mismos con unas escamas de flor de sal.
Comenzaremos hidratando durante diez minutos las hojas de gelatina en abundante agua fría.
Seguidamente, cocemos el azúcar y la mantequilla salada en un cacito a fuego medio. Cuando se forme un caramelo, retiramos del fuego y añadimos la nata caliente con mucho cuidado pues puede borbotear y quemarnos. Removemos con unas varillas hasta que se forme una mezcla marrón claro de caramelo y nata.
Añadimos la gelatina escurrida, removemos hasta que se derrita en el líquido caliente. Rectificamos de azúcar si creemos que es necesario, añadiendo una cucharada sopera de esta.
Vertemos en vasitos y dejamos gelificar tres horas como mínimo en la nevera. Servimos las panna cottas bien frías.
Con qué acompañar la panna cotta de caramelo de mantequilla salada
La panna cotta al caramelo de mantequilla salada es ideal acompañarla con algo de caramelo líquido, nata montada o incluso pequeños trocitos de galleta de speculoos. Es un postre sencillo con el que quedar bien, ya sea para una ocasión especial como para deleitar a nuestra familia con algo dulce en un día normal.
En Directo al paladar | Panna cotta de tres chocolates. Receta En Directo al paladar | Panna cotta de yogur y fresas estofadas. Receta