La panna cotta o panacota es un postre de origen italiano que se elabora a base de nata, azúcar y gelificantes. La traducción literal es "nata cocida", puesto que en hervir nata líquida consiste la técnica. Esta panna cotta de speculoos es una variante de la receta tradicional, que se sirve con frutos rojos y su coulis.
La panna cotta de speculoos es un postre muy fácil de preparar y muy rápido, si no tenemos en cuenta que necesitamos esperar unas horas para que la mezcla gelifique y adquiera la consistencia adecuada. La crema de speculoos, que le aporta un sabor especiado exquisito, se puede encontrar en las grandes cadenas de supermercados. Salid a buscarla y ¡probad a hacerla ya!
Ingredientes
- Gelatina en polvo neutra 6 g
- Leche 30 g
- Azúcar 50 g
- Nata líquida para montar 400 ml
- Speculoos en crema 100 g
Cómo hacer panna cotta de speculoos
- Tiempo total 15 m
- Elaboración 5 m
- Cocción 10 m
- Reposo 3 h
Comenzamos mezclando la gelatina en polvo con la leche para disolverla, esperando cinco minutos. Podemos utilizar gelatina en hojas (o colas de pescado) en lugar de gelatina en polvo. En caso de hacerlo, remojamos 3 hojas (6 gramos) en un cuenco con agua fría durante 10 minutos. Una vez blandas, las escurrimos y usamos igual que la gelatina en polvo.
Calentamos la nata líquida, el azúcar y la crema de speculoos en un cacito, a fuego suave y removiendo sin parar para que no se agarre a la base. Cuando comience a hervir, retiramos el cacito del fuego y le añadimos la gelatina diluída. Removemos para que se integre y no queden grumos.
Repartimos la mezcla en cinco recipientes o vasitos y dejamos que se atempere antes de introducir en la nevera. Dejamos que enfríe y tome cuerpo durante, al menos, tres o cuatro horas. A la hora de servir, decoramos con almendra crocanti y caramelo líquido y acompañamos de galletas de speculoos.
Con qué acompañar la panna cotta de speculoos
Rematar una comida o cena con esta panna cotta de speculoos es un acierto seguro. Si la comida ha sido copiosa, podemos repartir la mezcla en recipientes más pequeños y reducir su tamaño. Aunque, el speculoos le da un toque tan sabroso, que no sólo no os importará hacer un pequeño esfuerzo sino que lo mismo termináis repitiendo.
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