Rico postre sin duda, el pastel de queso con piña es un delicioso dulce con el que podrás culminar una de esas comidas festivas satisfaciendo el paladar de los más golosos.
Los ingredientes ½ Vaso de nata líquida, 85 gramos de mantequilla, 120 gramos de azúcar, 1 rodaja de piña natural de un par de dedos de grosor, 1 vaso de zumo de piña, 200 gramos de queso semi seco, 4 huevos, 1 limón, 2 yogures de limón, 40 gramos de maicena, 2 hojas de gelatina, 1 ramita de tomillo, 1 cucharada de azúcar glas y una cucharada de harina.
La preparación Mezcla en un bol 50 gramos de mantequilla previamente fundida, el queso rallado, 100 gramos de azúcar, los yogures, el zumo del limón, unas ralladuras de la piel del limón, la maicena y los huevos previamente batidos. Remueve bien hasta que obtengas un compuesto homogéneo.
En un cazo, dispón la ramita de tomillo y la nata líquida y cuece hasta momentos antes de que entre en hervor y deja infusiónar unos minutos. Cuela la mezcla y agrégala a la masa anterior.
Dora en una sartén con la mantequilla restante la piña previamente cortada en daditos, una vez dorados, agrégalos también a la mezcla. Vierte todo el conjunto en un molde refractario previamente untado con un poco de mantequilla y espolvoreado con la harina.
Precalienta el horno a 170º C y cuece el pastel durante ¾ de hora. Mientras tanto, cuece en un cazo el zumo de piña junto a 20 gramos de azúcar durante 5 minutos y seguidamente retira del fuego.
Remoja la gelatina durante unos minutos en agua fría, escurre e introdúcela en el jugo de piña, remueve hasta que veas que se ha disuelto completamente. Ahora tan sólo tienes que desmoldar el pastel, dejar enfriar y pintarlo con la gelatina de piña que has preparado.
La degustación Rico es poco, verás como repetirás. Con esta misma base puedes realizar un pastel de queso con diferentes frutas, cada pastel un sabor diferente. ¡Que aproveche!