Mezcla entre tarta y bizcocho, este pastel de queso ricotta y moras es perfecto para tomar un café a media tarde. La fruta le aporta jugosidad y el queso ricotta consistencia. Pero el resultado es un buen cake, y que sirvió además para darle uso al queso ricotta que preparo en casa de vez en cuando.
Este tipo de pasteles son muy versátiles pues nos sirven para la hora del desayuno como una inyección de energía con la que aguantar toda una mañana de trabajo, pero a la vez son lo suficientemente dulces como para que un goloso tome una porción al postre. Y ahora que la época de moras toca a su fin es un buen momento para prepararlo.
Ingredientes
- Harina bizcochona con levadura 125 g
- Mantequilla atemperada 175 g
- Huevo L, separadas yemas y claras 3
- Azúcar 175 g
- Ricotta 250 g
- Moras 125 g
Cómo hacer pastel de queso ricotta y moras
- Tiempo total 1 h 5 m
- Elaboración 30 m
- Cocción 35 m
Comenzaremos precalentando el horno a 180ºC. Enmantequillar y salpicar con harina un molde de unos 22 cm de diámetro. Batir con una batidora de varillas la mantequilla y el azúcar hasta que haya doblado su volumen y se haya puesto como una crema pálida. Mezclar las yemas ligeramente batidas y el queso ricotta desmenuzado.
Batir las claras a punto de nieve hasta que formen picos. Añadirlas cuidadosamente a la mezcla. Ir echando la harina con levadura. Incorporar suavemente hasta que veáis todo bien mezclado. Verter una capa no muy gruesa de la mezcla en el fondo del molde. Colocar unas moras. Seguir repitiendo esta operación hasta acabar la masa, reservando moras para la decoración.
Hornear durante 35 minutos aproximadamente o hasta que al pincharlo con una brocheta esta salga limpia. Dejarlo unos diez minutos y desmoldar para que acabe de enfriar en una rejilla.
Con qué acompañar el pastel de queso ricotta y moras
Este pastel de queso ricotta y moras es mejor degustarlo a temperatura ambiente. Se podría usar en el caso de que no os gustasen las moras cualquier otro fruto rojo tal como frambuesas, arándanos... y está delicioso con un café o infusión especiada sin endulzar.
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