Hacía tiempo que quería probar el té matcha, así que cuando descubrí esta receta de pastel de té verde japonés y crema de naranja no me lo pensé dos veces, aunque este ingrediente no sea precisamente barato. El sabor es delicioso y combinado con la naranja aún más. El resultado es un pastel muy especial.
La receta original llevaba casi el doble de cantidad de azúcar para la crema de naranja, pero decidí reducirla tanto porque me pareció demasiado exceso. La verdad es que aún con la reducción es suficientemente dulce, incluso me parece que los sabores pueden apreciarse mejor. Si vuestro paladar es dulce ya sabéis, podéis incrementar en 200 g la cantidad de azúcar de la crema.
Empezamos batiendo la mantequilla con el azúcar hasta obtener una mezcla esponjosa. Añadimos los huevos de uno en uno, batiendo bien después de añadir cada uno y agregando una cucharada de harina con el último huevo para evitar que se cuaje la masa. Poco a poco echamos el té matcha y el resto de harina y batimos hasta que esté todo bien integrado.
Añadimos poco a poco la leche y removemos. Depositamos la masa en un molde engrasado y la horneamos 40 minutos a horno precalentado a 180ºC o hasta que pinchando con un palillo este salga limpio. Pasado este tiempo, dejamos reposar el bizcocho 10 minutos en el molde y después lo desmoldamos y los dejamos enfriar completamente.
Mientras, hacemos la crema de naranja. Batimos la mantequilla con una batidora eléctrica hasta que quede pálida y tersa. Añadimos poco a poco el azúcar molido y lo batimos hasta que quede ligero y esponjoso. Añadimos el zumo de naranja y la corteza de naranja y removemos hasta obtener que quede una crema elástica.
Para montar el pastel, dividimos el bizcocho en dos longitudinalmente, si queréis podéis embeber un poco el bizcocho con zumo de naranja, lo rellenamos con la mitad de la crema, cubrimos con la otra mitad de bizcocho y repartimos por encima el resto de crema. Guardar en la nevera hasta el momento se servir.
Con qué acompañar el pastel de té verde japonés y naranja
Serví esta receta de pastel de té verde japonés y crema de naranja como postre, después de una comida familiar. Es un postre que llena mucho, así que vale más servirse un trozo no demasiado grande. Conservadlo en la nevera para que la crema se mantenga firme y sacadla veinte minutos antes de llevarlo a la mesa.
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