Los bizcochos o pasteles con verduras son magníficos; esa jugosidad extra que aportan los vegetales ayuda a que tengan una textura y conservación perfecta. El pastel de zanahorias y nueces es un clásico que nos gusta hacer especialmente en esta época, porque es magnífico para servir en una tarde lluviosa con un buen té.
Podemos darle un toque extra de sabor y textura si lo cubrimos con la clásica crema de queso. Aunque si el pastel de zanahoria y nueces os gusta más sin cobertura, simplemente llevad a la mesa un poco de queso crema batido con vainilla. Así cada comensal puede servirse la porción que le apetezca.
Precalentamos el horno a 170º calor arriba abajo. Forramos un molde de 18 cm de largo con papel de hornear. Montamos los huevos con el azúcar hasta que blanqueen. Agregamos el aceite en forma de hilo mientras batimos, y también la miel y la canela.
Echamos tamizada la mezcla de harinas, impulsor, bicarbonato y sal, mezclamos todo. Por último ponemos en la masa la zanahoria rallada, y las nueces y pasas espolvoreadas con harina previamente.
Horneamos durante unos 45 minutos o hasta que al pinchar el centro del pastel con un palillo, éste salga limpio de masa. Dejamos en el molde durante 20 minutos y desmoldamos sobre una rejilla para que se enfríe totalmente.
Con qué acompañar el pastel de zanahorias y nueces
Este pastel de zanahorias y nueces nos gusta tomarlo templadito y acompañado de queso crema tipo mascarpone, que como tiene un punto dulce, contrasta perfectamente. Este es un bizcocho muy húmedo, así que se conserva en perfecto estado varios días, eso sí, siempre que esté bien protegido del aire.