El emperador Napoleón III y su esposa Eugenia de Montijo, con motivo de la exposición Universal de Paris de 1855, ofrecieron un banquete en honor al Zar Alejandro II. Como postre, los reposteros españoles de la corte prepararon este pastel que fascinó al Zar, el cual solicitó la receta para poder degustarla en Rusia. Desde entonces se le conoce con el nombre de Pastel Imperial Ruso.
Este pastel, cuya preparación hemos encontrado navegando por internet, consiste en un fino bizcocho de merengue almendrado relleno de un exquisito praliné de mantequilla, tan ligero que casi parece una espuma. Su éxito reside en su esponjosa textura y su delicioso sabor a frutos secos, totalmente irresistibles como podréis comprobar si os animáis a hacerlo.
Empezamos preparando la pasta de almendras, para ello mezclamos las almendras molidas con el azúcar glas y la cucharadita de vinagre. Aparte, montamos las claras casi a punto de nieve. Mezclamos las claras con las almendras y el azúcar. Extendemos la mezcla sobre un molde forrado de papel vegetal y alisamos. Horneamos a horno precalentado a 160ºC durante unos 20 o 25 minutos. Dejamos enfriar.
Mientras, preparamos el praliné, para ello en un cazo ponemos la mitad del azúcar con una cucharada de agua y lo llevamos a ebullición hasta obtener un punto de caramelo, añadimos los 20 g de almendras y volcamos la mezcla sobre una lamina de papel de aluminio engrasada o un silpat, dejamos enfriar y trituramos hasta obtener una textura de harina. Reservamos.
En un cuenco batimos las yemas con el resto del azúcar. Disolvemos la harina de maíz en 50 ml de leche y añadimos al batido de yemas. Calentamos el resto de la leche y agregamos a la preparación anterior. Cocemos al baño María sin dejar de remover hasta que la crema espese. Dejamos enfriar. Batimos la mantequilla en un cuenco con unas varillas manuales.
Añadimos el praliné y la crema a la mantequilla y mezclamos hasta que todos los ingredientes estén bien incorporados. Montamos el pastel sobre la bandeja donde lo vayamos a presentar. Partimos en dos la masa de merengue, colocamos un rectángulo sobre la bandeja, repartimos por encima la crema, colocamos el otro rectángulo encima y epolvoreamos la superficie con las almendras fileteadas y con azúcar glas. Introducir en el frigorífico hasta el momento de servir.
Con qué acompañar el pastel imperial ruso
Servid esta receta de pastel imperial ruso bien fría, os gustará muchísimo más. Con las cantidades de esta receta no sale un pastel excesivamente grande, pero con un pequeño trozo, como lleva mucha almendra, es suficiente. Si queréis poder montarlo en tres capas de bizcocho de merengue en lugar de dos como hicimos nosotros, pero quedará de un tamaño bastante más pequeño.