Mis recuerdos de los helados de la infancia están cargados de nostalgia, a pesar de que mis padres los compraban de forma muy esporádica o quizás es por ello que así lo siento. Cuando se daba la ocasión, me encantaba mirar el cartel con toda la oferta de helados y polos entre los que se me hacía difícil elegir.
Hace muchos años que dejé de comprarlos, pues me gusta mucho más el resultado de los caseros. Mi último descubrimiento ha sido esta receta de polos de leche merengada que nos ha gustado muchísimo a todos y se queda para siempre en mi repertorio. Es fácil, está deliciosa y resulta de lo más refrescante. ¡No se le puede pedir más!
Te animo a que te hagas con una polera -si es que no la tienes ya- porque resulta muy útil. Sobre todo si eres como yo, que prefiere lo casero por encima de todo. Ahora que empieza a notarse la subida de temperaturas y el calor, seguro que le sacas partido. Además es un gadget de cocina económico, así que no hay excusas.
Ingredientes
- Leche condensada 100 g
- Agua 300 ml
- Nata líquida para montar 200 ml
- Canela en rama 1
- Piel de limón 1
Cómo hacer polos de leche merengada
- Tiempo total 10 m
- Elaboración 5 m
- Cocción 5 m
- Reposo 8 h
Esta es una receta que cuesta más escribir que hacer. Fácil y rápida. Lo peor del proceso es esperar a que los polos se congelen para poder disfrutar de ellos. Comenzamos introduciendo todos los ingredientes en un cacito y calentando al tiempo que removemos para que se mezclen bien.
Justo antes de que arranque a hervir la mezcla, apagamos el fuego, tapamos el cacito y dejamos enfriar. Durante este tiempo se desarrollarán todos los sabores y aromas, así que no tengáis prisa ni intentéis acelerar el proceso en la nevera. Requieren de tiempo para que quede perfectos.
Cuando la mezcla esté fría la colamos y la pasamos a una polera. Dependiendo de la capacidad de la misma, os saldrán más o menos unidades. A mi me han salido siete polos. Colocamos los palitos en la tapa de la polera y la tapamos. La llevamos al congelador y esperamos un mínimo de cinco horas -mejor si es toda la noche- antes de desmoldar y servir.
Molde para Helados y Polos, Silicona Alimentaria, 12 Rejillas con Tapa, con 50 Palitos de Madera (Rosa)
Con qué acompañar los polos de leche merengada
Los polos de leche merengada no necesitan nada más que los toméis bien fresquitos, recién sacados del congelador. Son muy cremosos así que no tengáis miedo de que resulten excesivamente fríos. Apenas crean cristales de hielo al congelarse y son el dulce más refrescante para días de calor. ¡Perfectos!
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