Las sobras de pan son el punto de partida perfecto para infinidad de recetas, tanto dulces como saladas. Huevos tontos, sopas de ajo, los riquísimos repápalos extremeños, el estupendo y familiar pan de calatrava con magdalenas o las siempre eternas y universales torrijas son, entre muchos otros, ejemplo de ello. Y lo son en la cocina española como en el resto de cocinas del planeta.
De hecho hay platos tan ricos que en ocasiones compramos más pan del que consumimos a diario para asegurarnos las sobras necesarias para elaborar con ellas estas recetas de aprovechamiento. El pudin de pan es una de ellas, un postre clásico y -casi- siempre presente en los menús del día de los bares españoles.
Es muy fácil de preparar y está delicioso. Nuestra receta puede recordar al flan, porque hemos triturado la mezcla base para que quede homogénea. Pero si queremos un aspecto más rústico, nos podemos saltar ese paso. Bastará con remover bien la mezcla y dejar que los trozos de pan se rompan de forma espontánea y continuar con la receta.
Otros postres parecidos que podemos hacer de cocina de aprovechamiento es el pudin de manzana y soletillas que queda muy bien con magdalenas, o dos navideños, el pudin de roscón de reyes y el sorprendente y delicioso pudin de panettone. Perfectos para las fiestas.
Calentamos la leche y el azúcar en un cacito y removemos hasta que este último se haya disuelto. Retiramos del fuego y volcamos en el interior de un recipiente amplio y hondo en el que habremos colocado el pan duro troceado. Dejamos que se hidrate durante cinco minutos.
Mientras tanto cubrimos la base y los laterales de un molde rectangular de 21 x 10 cm (7 cm de alto) con el caramelo líquido. También encendemos el horno y lo precalentamos a 185 ºC, con calor arriba y abajo.
Batimos los huevos y los añadimos a la mezcla de pan, leche y azúcar junto con la esencia de vainilla, en caso de utilizarla. Si lo preferimos podemos aromatizar el pudin con ralladura de limón o naranja, un chorrito de anís u otro licor.
Trituramos con una batidora de brazo y vertemos el resultado en el molde caramelizado. Lo tapamos con papel de aluminio y lo introducimos en una bandeja de horno. Cubrimos la base con agua caliente para crear un baño María. Cocemos en el horno durante, aproximadamente, una hora y 20 minutos aproximadamente.
Retiramos el molde del horno y dejamos enfriar completamente antes de desmoldar, para asegurarnos que sale intacto y sin romperse. Si no lo vamos a consumir en el momento, lo guardamos en la nevera hasta que le llegue su momento de gloria.
Con qué acompañar el pudin de pan
El pudin de pan se puede preparar con antelación y guardar en la nevera. Las horas ayudan a que tome cuerpo y su sabor se acentúe más, aunque la dificultad de esto es esperar a meterle mano. Es un postre sencillo pero delicioso, ideal para acompañar el café de sobremesa, té o una copita de licor dulce.
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