No inventamos la pólvora con esta receta de bizcocho de leche caliente. Es algo que llevamos haciendo muchos años y que, hasta ahora, no habíamos compartido con vosotros en Directo al Paladar. Y eso que los bizcochos nos encantan y que nuestro repertorio es bien amplio. Hoy lo aumentamos con una receta más.
Se trata de un bizcocho tierno y esponjoso en el que la leche caliente juega un papel esencial. Ideal para servir a la hora del desayuno, la merienda o cuando apetece un bocado dulce. El tipo de molde es clave para que quepa toda la masa, si no tenéis uno de 20 cm y paredes altas, podéis usar uno de 22 cm.
Siempre que lo hacemos seguimos la receta de nuestros amigos Webos Fritos, pero rebajando la cantidad de azúcar de 300 g a 225 g, de lo contrario nos resulta demasiado dulce. Ajustad la cantidad hasta dar con el punto de dulzor que nos convenza, pero no dejéis de hacerlo. Es una delicia.
Engrasamos un molde de base desmontable de 20 cm de diámetro y paredes altas con un poco de mantequilla. Espolvoreamos con harina y lo agitamos para que se reparta bien por la base y las paredes. Volteamos el molde sobre la pila y dejamos que caiga el exceso de harina.
Calentamos la leche, la mantequilla y la esencia de vainilla en un cacito. Antes de que comience a hervir, apagamos el fuego y dejamos atemperar un par de minutos. Mientras tanto, en un recipiente hondo y amplio, batimos los huevos y el azúcar con unas varillas eléctricas hasta que la mezcla esté cremosa y blanquecina.
Añadimos la mezcla de leche caliente al recipiente con el huevo, poco a poco y sin dejar de batir con las varillas. A continuación incorporamos la harina y la levadura química, tamizadas, y removemos suavemente hasta incorporar, lo justo para que se integre toda la masa.
Vertemos la masa en el molde. Lo levantamos un par de centímetros y golpeamos suavemente contra la encimera. Repetimos de nuevo este proceso. Este pequeño gesto elimina las burbujas de aire y la miga queda más homogénea.
Introducimos el molde en el horno, precalentado a 180 ºC con calor arriba y abajo, y cocemos el bizcocho durante 40 minutos. Entonces apagamos el horno y dejamos que se termine de cocer con el calor residual durante 10-15 minutos más. Retiramos y, una vez frío, desmoldamos y listo para disfrutar.
Con qué acompañar el bizcocho de leche caliente
Pues como con todo bizcocho, éste de leche caliente no es la excepción, los mejores momentos para disfrutar de un trozo son el del desayuno y el de la merienda. Nos encanta con un café con leche a su vera, pero puede que seas más de té, bebida de cacao, leche sola, etc. Prepara tu bebida favorita y prepárate para disfrutar de un delicioso bocado.
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