El caramelo Dalgona, también conocido como ppopgi, era un dulce tradicional coreano, muy popular entre los niños, que preparaban vendedores ambulantes. Elaborado solo con azúcar y bicarbonato sódico, la gracia del dulce consistía en tratar de romper el caramelo, que tiene forma de galleta, sin partir el dibujo que el vendedor realizaba dentro con ayuda de un molde: una estrella, un círculo, un triángulo, un paraguas... No era fácil, pero si lo conseguías, te daban otro caramelo.
La tradición, que desapareció por completo de Corea hace ya 20 años, se ha vuelto a popularizar debido a la serie El juego de calamar, que está arrasando en Netflix.
La producción cuenta la historia de 456 personas que aceptan formar parte de una suerte de concurso, con un enorme premio, en el que tienen que superar diversas pruebas infantiles. El problema es que se trata de una competición a vida o muerte...
Una de estas pruebas es, precisamente, lograr liberar la figura del caramelo Dalgona. Una elección que ha disparado el interés en internet por replicar el dulce, y la nostalgia de todos los niños coreanos que jugaron con estos, aunque sin temer por su vida.
“Dalgona fue el juego de azar más barato, poco saludable y adictivo para mi yo de 7 años”, explica en The New York Times Maddy Park, un coreano que vive ahora en la Gran Manzana.
El caramelo Dalgona en casa
Debido a la popularidad de El juego del calamar, son muchos los que están intentando hacer el caramelo Dalgona en casa. Pero aunque la receta parece sencilla, hay que tener un poco de maña para llevarla a buen puerto.
Es importante seguir las instrucciones al pie de la letra y trabajar muy rápido, para que el caramelo tome la forma necesaria mientras está caliente, pues se solidifica enseguida.
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Ingredientes
- Azúcar 20 g
- Bicarbonato sódico 2 g
Cómo hacer caramelo Dalgona
- Tiempo total 15 m
- Elaboración 5 m
- Cocción 10 m
Antes de comenzar a preparar el caramelo debemos disponer de todo lo que necitamos para elaborarlo, pues no da tiempo a hacer nada sobre la marcha. Disponemos en la encimera un trozo de papel vegetal, que espolvoreamos con bicarbonato sódico. También necesitaremos un recipiente plano para aplastar la galleta, como una jarra o un plato, cuya base espolvoreamos también con bicarbonato. Tenemos también a mano un molde de galletas con la forma que decidamos (por supuesto, venden ya moldes con las formas que aparecen en El juego del calamar).
Con todo listo, en un cazo pequeño o una sartén vertemos 20 gramos de azúcar, lo que nos dará para hacer una galleta (no se puede hacer más que una por tanda). Encendemos el fuego a temperatura media y esperamos a que el azúcar se derrita, sin parar de remover. Cuando el azúcar se derrita por completo echamos 2 gramos de bicarbonato sódico, removemos bien e, inmediatamente, vertemos el caramelo sobre el papel vegetal. Aplastamos este con la jarra o el plato, para darle forma redonda y fina. Hecho esto, inmediatamente, marcamos el caramelo con el molde de galleta de nuestra elección. Esperamos un minuto a que el caramelo se solifique por completo y ya podemos jugar a no morir.
Con qué acompañar el caramelo Dalgona
Hay que reconocer que el caramelo Dalgona no está muy bueno: es puro azúcar sin sustancia. La gracia es el juego que esconde, que puede ser ideal para las celebraciones de Halloween, que están a la vuelta de la esquina. Mejor tener agua cerca y, si acaso, un té un café. Por cierto: el café Dalgona, que se viralizó hace unos años, debe su nombre, precisamente, a este caramelo, pues se finaliza con una elaboración similar.
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