¿Os imagináis un auténtico cheesecake al más puro estilo de New York con una capa caramelizada que os recuerde a la francesa crème brûlée? Pues no es un sueño, es una realidad que además hoy viene con receta incluida. Hay que reconocer que este crème brûlée cheesecake es ganador se mire por donde se mire, y sino, probad a ponerlo en la mesa y vigilar cuánto dura.
Para elaborarlo, que además es muy sencillo, necesitaréis un soplete de cocina, solo así podéis darle ese acabado crujiente que lo hará irresistible.
Comenzaremos precalentando el horno a 160 grados y engrasando un molde de unos 20 centímetros de diámetro desmontable.
En un robot de cocina o bien machacándolas con un rodillo hacemos polvo las galletas. Le añadimos la mantequilla derretida y la pizca de sal y removemos hasta formar una masa con las migas de galleta. Forramos con ella la base del molde presionándola con una cuchara, la base del molde y un poco las laterales. Reservamos.
Para hacer el relleno, en un bol grande y usando una batidora batimos el queso crema a temperatura ambiente junto con el azúcar. Añadimos los huevos, las yemas, la nata y la vainilla. Removemos hasta integrar todos los ingredientes. Agregamos la harina y mezclamos. Ponemos la mezcla sobre la base de galleta.
En una fuente de horno honda colocamos el molde de la tarta tapado con papel de aluminio y echamos agua hirviendo hasta la mitad de la altura del molde para hacer un Baño María. Horneamos de esta manera durante una hora y 15 minutos. Una vez pase el tiempo, abrimos el horno, lo apagamos y dejamos que el pastel se vaya enfriando pocoa a poco en el horno abierto y apagado.
Lo pasamos a la nevera y los dejamos reposar una noche. Al día siguiente, le espolvoreamos a la hora de servirlo, azúcar glas, y lo requemamos con un soplete de cocina hasta dejarle una capa crujiente caramelizada.
Con qué acompañar el crème brûlée cheesecake
Este crème brûlée cheesecake se puede acompañar de unos frutos rojos como frambuesas o arándanos. También una bola de helado de vainilla puede ser buen compañero para este pastel franco-americano que está verdaderamente delicioso.