El universo gastronómico de los postres con huevo y leche es tan infinito como sabroso. Pensemos en el flan, en las natillas, en la crema pastelera, en el tocino de cielo, en la crema catalana y hoy, saltando al vecino, en su crème brûlée.
Muy parecida a su homologa catalana, esta receta es tan sencilla como resultona, siendo a la vez jugosa y tierna, pero con esa pequeña costra caramelizada que hacemos con el azúcar y que, como veréis, no tiene misterio. Por esa razón, su nombre, crème brûlée, se traduce como crema quemada.
En tres cuartos de hora tienes un postre de campeonato con el que sorprender y salir del guión habitual de postres, además con la facilidad que supone distribuirla en distintas raciones para que así cada comensal tenga su porción.
En este caso lo vamos a hacer al baño maría en el horno porque lo vamos a colocar en diferentes recipientes, pero si queréis hacerlo al baño maría en una cazuela porque solo vais a utilizar un envase, perfecto también.
Metemos en el horno un recipiente apto para temperatura con dos dedos de agua a 160 ºC. Ponemos la leche y nata en el cazo con la vainilla y el limón y calentamos hasta casi hervir.
Dejamos infusionar cinco minutos y retiramos la cáscara de limón y la vaina de la vainilla. En un bol poner las yemas con el azúcar y blanquear hasta que esté espeso y aumente el volumen.
Vertemos lentamente la leche sobre las yemas sin parar de remover con unas varillas hasta vaciar el contenido. Devolvemos todo al cazo y cocinamos a fuego medio cinco minutos hasta que se cuajen las yemas, cambiará ligeramente de textura de líquido a cremoso.
Repartir la mezcla en unos recipientes individuales cerámicos. Colocamos los recipientes dentro del baño maría preparado en el horno y cocinamos durante 25 o 30 minutos. Pasado ese tiempo lo sacamos y dejamos reposar fuera del horno.
Espolvoreamos azúcar por encima de cada recipiente bien repartido y quemar hasta caramelo con una pala de quemar de repostería o un soplete de cocina.
Pack de 12 Cazuelas redondas de barro, diámetro exterior 11.3 cm, diámetro interior 9.7 cm, apta para vitro y horno
Con qué acompañar la crème brûlée
A costa de este postre podríamos marcarnos una comida de aire francés con una quiche lorraine, una ensalada niçoise y una reconfortante sopa bullabesa sin tener que complicarnos mucho la vida con la cena o el almuerzo.
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