Gracias a las redes sociales, he podido saber que estos días se celebra la Semana de la visibilidad de la enfermedad celiaca. 1 de cada 100 personas tiene esta intolerancia, muchas no están diagnosticadas y nadie está libre de sufrirla, de ahí la importancia de estar unidos y bien informados. Por eso os propongo esta receta de bizcocho de maizena con orejones sin gluten, porque ser celiaco no significa tener que renunciar a disfrutar de la comida.
La receta la vi en el blog de Carmen y enseguida pensé que tenía que probarla. Como mis hijos odian las frutas confitadas, renuncié a que quedaran repartidas por la masa y lo que hice fue depositarlas en el fondo del molde y echar sobre ella la masa. De este modo pueden retirar los tropezones fácilmente y yo no oigo protestas.
Empezamos vaciando el yogur en un bol, así ya lo tenemos listo para que nos sirva de medida. En un bol echamos los huevos y el azúcar y los batimos con una batidora eléctrica hasta que la mezcla blanquee y quede espumosa. Vamos añadiendo la maizena con la levadura y volvemos a batir.
Agregamos el yogur y el aceite y batimos de nuevo. Si los orejones son muy grandes, podemos trocearlos. Si queremos que no se vayan al fondo, previamente los rebozamos en maizena, después los añadimos a la mezcla y la removemos con una espátula. Vertemos en un molde de plum cake engrasado y cocemos a horno precalentado a 180ºC unos 40 o 45 minutos.
Con qué acompañar el bizcocho de maizena con orejones sin gluten
Esta receta de bizcocho de maizena con orejones sin gluten es tan esponjoso que es ideal para nuestros desayunos y meriendas. Los orejones tienen un sabor muy especial, a mí particularmente me gustan mucho pero podéis sustituirlos por cualquier otra fruta que os agrade más o una mezcla de varias de ellas. Os lo recomiendo.