Para mí, uno de los atractivos del verano es la cantidad de deliciosas frutas que nos ofrece esta estación. De entre todas ellas, las cerezas me gustan especialmente, además con ellas podemos preparar los más variados y deliciosos postres, como esta receta de cerezas al vino con tejas de sésamo.
Algo que me ha gustado mucho de esta receta es lo fácil que resulta de preparar. Como siempre, os aconsejo que utilicéis un vino de calidad para que el resultado final sea perfecto. La salsita de vino me encantó, la canela es uno de mis aromas preferidos.
Empezamos lavando y secando las cerezas. Sacamos los huesos con un deshuesador. Calentamos el vino con 60 g de azúcar, el vino y la canela. Lo cocemos a fuego lento cinco minutos, hasta que se evapore el alcochol. Incorporamos las cerezas y las dejamos cocer diez minutos más.
Para hacer las tejas, tostamos el sésamo durante dos minutos en una sartén, sin dejar de remover para que no se queme. Cocemos en un cazo el agua con el azúcar hasta obtener un caramelo dorado. Agregamos el sésamo, removemos y retiramos del fuego.
Extendemos enseguida el caramelo sobre una hoja de silpat o de papel de horno engrasada con aceite, con la ayuda de una cuchara y lo dejamos enfriar hasta que endurezca bien. Una vez frío, lo partimos en trozos irregulares.
Para emplatar, repartimos las cerezas en dos cuencos, las regamos con un poco del jugo de cocción y las servimos con las tejas de sésamo.
Con qué acompañar las cerezas al vino con tejas de sésamo
Ya conocéis mi obsesión por variar un poco los platos, por eso no os sorprendáis si os digo que la próxima vez que prepare esta receta de cerezas al vino con tejas de sésamos usaré otras frutas troceadas, por ejemplo melocotón, o incluso las combinaré entres sí. Seguro que el resultado es igual de delicioso.
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