Esta receta de pastel con streusel de manzana la incluyo en una categoría que he bautizado como “recetas trampa”, porque no es lo que parece a simple vista. A veces hay recetas que prometen mucho y después no resultan como auguraban, pero este es el caso totalmente contrario.
El aspecto sencillo de este pastel encierra la sopresa de un sabor espectacular. A mi familia les gustó mucho. Me han pedido que la repita de nuevo, algo que no ocurre muy a menudo. Y es que la capa superior crujiente del streusel es totalmente irresistible.
Ingredientes
- Manzana grande 3
- Azúcar moreno 2 cucharadas
- Agua 100 ml
- Mantequilla 115 g
- Azúcar 115 g
- Huevo L 02
- Harina de trigo 115 g
- Levadura química 8 g
- Canela molida 2 cucharaditas
- Nata espesa para servir
Cómo hacer pastel con streusel de manzana
- Tiempo total 1 h 30 m
- Elaboración 30 m
- Cocción 1 h
Empezamos pelando las manzanas, descorazonándolas y cortándolas a cubos. Las ponemos en un cazo al fuego, con el azúcar moreno y el agua, dejando que hiervan unos diez minutos o hasta que las manzanas se ablanden. Después las escurrimos y las dejamos enfriar.
Precalentamos el horno a 160 ºC. Untamos de mantequilla un molde de cremallera de 22 cm de diámetro. Lo reservamos hasta tener hecho el pastel.
En un cuenco, batimos la mantequilla con el azúcar hasta obtener una mezcla cremosa. Añadimos los huevos gradualmente, batiendo bien después de incorporar cada uno. Por último, agregamos la harina, la levadura y la canela, removiendo cuidadosamente con una cuchara metálica grande.
Repartimos la mezcla en el molde reservado, utilizando una espátula para que quede lo más lisa posible. Sobre ella distribuimos las manzanas ya enfriadas.
Para hacer el streusel, vertemos los ingredientes en un cuenco y mezclamos con los dedos hasta conseguir una masa grumosa. Distribuimos el streusel sobre las manzanas y horneamos unos 60 minutos. Servimos acompañado de nata espesa.
Con qué acompañar el pastel con streusel de manzana
Presenté este pastel con streusel de manzana como postre, acompañado con una jarrita de nata líquida espesa, para que cada cual se sirviera la cantidad deseada. La próxima vez la haré para merendar, porque con un té o un vaso de leche tiene que estar genial.
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