Aunque en casa ninguno somos intolerante al gluten, me gusta probar recetas que no lo contengan. En concreto, esta receta de tarta de chocolate y nueces sin gluten que encontré en la revista Lecturas es un buen ejemplo de que no siempre es necesario realizar un bizcocho con harina para que esté delicioso.
Podéis decorarla de muchas formas, pero la capa superior de chocolate endurecido que lleva esta receta está excepcional y no imagino un complemento mejor. Procurad no picar demasiado las nueces y así os encontraréis los trocitos al morder el bizcocho.
Ingredientes
- Chocolate negro sin gluten 250 g
- Nueces peladas 150 g
- Mantequilla a temperatura ambiente 120 g
- Azúcar 125 g
- Esencia de vainilla 1 cucharadita
- Huevos 6
- Chocolate de cobertura sin gluten 75 g
- Brandy 2 cucharadas
- Nueces 8
Cómo hacer tarta de chocolate y nueces sin gluten
- Tiempo total 1 h
- Elaboración 20 m
- Cocción 40 m
Empezamos triturando las nueces. Mezclamos el azúcar con 100 g de mantequilla, removemos 2 o 3 minutos, hasta que esté a punto de pomada y añadimos las nueces.
Cascamos los huevos, separando las claras de las yemas. Añadimos las yemas a la mantequilla, de una en una, sin dejar de batir, y aromatizamos con la vainilla. Precalentamos el horno a 180ºC.
Troceamos el chocolate y lo fundimos al baño María. Lo incorporamos a la mezcla anterior, poco a poco y batiendo con varillas manuales. Montamos las claras a punto de nieve. Untamos con mantequilla un molde de corona.
Incorporamos las claras a la masa, con movimientos lentos y envolventes para que no pierdan volumen. Vertemos la masa en el molde y la horneamos 35 o 40 minutos. Dejamos enfriar y desmoldamos en una fuente.
Picamos las nueces de la cobertura. Fundimos el chocolate al baño María y agregamos el brandy. Removemos y lo vertemos sobre la tarta. Antes de que endurezca lo espolvoreamos con las nueces.
Con qué acompañar la tarta de chocolate y nueces sin gluten
Esta receta de tarta de chocolate y nueces sin gluten es perfecta para nuestros desayunos y meriendas. Aunque no lo parezca, está muy esponjosa y no es necesario mojarla para humedecerla, aunque con un vaso de leche fría está deliciosa. Os la aconsejamos, seguro que os gusta tanto como a nosotros.
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