La tarta red velvet es una receta clásica de la repostería norteamericana que a consquistado el mundo por su vistosidad, sencillez y sabor. Hoy la versionamos con un formato muy divertido, horneando una plancha de bizcocho y enrollándola con la crema de queso en su interior.
La ventaja de preparar este red velvet roll es que el tiempo de horno se reduce significativamente a 12 minutos. El relleno se elabora de la misma manera y es importante que todo esté bien frío a la hora de montarlo, que no requiere de mucha destreza para que quede pintón.
Para obtener ese color rojo tan característico es clave usar un buen colorante apto para alimentos. Los adecuados son los que vienen en formato gel o en polvo, que no alteran la consistencia de la masa al añadirlos. No escatiméis en cuanto a la cantidad, se necesita mucho para que quede bien.
Separamos las claras de las yemas, introduciendo ambos ingredientes en cuencos separados. Batimos las primeras con unas varillas o un robot hasta que estén firmes y reservamos.
Batimos las yemas con el azúcar y la esencia de vainilla hasta blanquear, es decir, hasta que se vea pálida y cremosa. Incorporamos una cucharadita de colorante en gel de color rojo y removemos con cuidado hasta homogeneizar. Agregamos las claras y las mezclamos con movimientos envolventes para no perder el aire incorporado.
A continuación agregamos la harina, el cacao y el baking powder, tamizando todo con un colador, y removemos con suavidad. Vertemos la masa sobre una bandeja de horno forrada con papel vegetal y la extendemos bien por toda la superficie. La llevamos al horno, precalentado a 180ºC con calor arriba y abajo, durante 12 minutos.
Colocamos el bizcocho sobre un trapo de cocina limpio, ponemos encima otra lámina de papel vegetal y lo enrollamos. Esta operación la tenemos que hacer en caliente, pues en frío el bizcocho se rompe. Dejamos que el bizcocho se enfríe antes de rellenarlo.
Para el relleno batimos la mantequilla, que ha de estar a temperatura ambiente, junto con el azúcar glas. Después incorporamos en queso crema, que también conviene que esté a temperatura ambiente para que integre mejor, y batimos de nuevo.
Por último desenrollamos el bizcocho con cuidado, retiramos el papel vegetal y extendemos la crema de relleno por la superficie, dejando un pequeño márgen sin cubrir en el extremo final. Enrollamos de nuevo y cortamos los extremos para que queden rectos.
Si nos ha sobrado relleno, que será lo más probable, lo usamos para decorar la superficie. Podemos meterlo en una manga pastelera o extenderlo con un cuchillo por encima. También podemos desmigar los extremos que hemos retirado y espolvorearlos por encima. Al gusto.
Con qué acompañar el red velvet roll
Un trocito de red velvet roll es suficiente para llenar el estómago y saciar el capricho de dulce sin empalagar, pues tiene un punto de dulzor muy controlado. Se puede acompañar de frutos del bosque o -si te ha sobrado algo- de un extra de relleno de queso y mantequilla. Y si lo sirves con un café o una infusión, mejor que mejor.
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