Cuando llegan los carnavales en Asturias, las confiterías llenan los escaparates de dulces típicos de estas fechas, conviviendo con los frixuelos caseros. Entre ellos se encuentran las teresitas asturianas de crema o de sartén, un pastel frito, primo hermano de las casadielles, y que suele ir relleno de crema pastelera o crema de almendra.
Menos conocidas que las mencionadas casadielles, resultan un bocado delicioso para disfrutar con un buen café o chocolate a la taza después de venir de los desfiles de carnaval. Si nunca las habéis probado, no dejéis de pasar estas fiestas sin hacerlo, aunque aviso a navegantes, ¡son realmente adictivas!
Comenzaremos preparando la masa. Mezclamos en un cuenco el aceite, el vino y la sal. Batimos todo con unas varillas hasta que se mezcle. Agregamos la yemas, la mantequilla derretida y la manteca de cerdo a temperatura ambiente. Seguiremos mezclando estos ingredientes. Añadimos la levadura química.
Añadimos la harina poco a poco hasta obtener una masa blanda pero que no pegajosa. Hacemos una bola aplanada con la masa, dejamos reposar diez minutos tapada con film.
Extendemos la masa con un rodillo con un grosor de 1 centímetro en una encimera espolvoreada con harina. Doblamos la masa en tres partes. Primero un tercio y luego otro. Estiramos de nuevo la masa y repetimos esta operación tres veces más. Cubrimos con un paño húmedo o film de cocina y dejamos reposar en un lugar fresco durante 2 horas.
Mientras hacemos la crema. Mezclamos el azúcar con la maicena, añadimos un poco de la leche y hacemos una papilla. En un bol de cristal o un de plástico apto para microondas, batimos las yemas, añadimos la papilla anterior y el resto de la leche. Mezclamos bien y cocemos en el microondas a máxima potencia tres minutos, removemos y cocemos otros tres minutos más. Retiramos, tapamos con film de cocina pegado a la superficie y dejamos enfriar. También podéis cocer la crema en un cazo al estilo tradicional.
Cuando pase el tiempo, extendemos la masa con el rodillo dejándola como de tres milímetros de grosor. Cortamos rectángulos y vamos añadiendo cada dos de ellos una nuez de crema pastelera. Colocamos otro rectángulo de masa por encima y cerramos con los dedos apretando y repasando con los dientes de un tenedor.
Freímos las Teresitas a fuego medio en aceite al que añadiremos una cáscara de naranja y de limón. Una vez fuera, las colocamos en una bandeja con papel de cocina absorbente y las rebozamos con azúcar. Dejamos enfriar y servimos.
Con qué acompañar las Teresitas de sartén o de crema
Como os explicaba al principio de la receta, estas teresitas de crema o de sartén bien merecen ser acompañadas de un chocolate caliente. Son un dulce que se conserva en buen estado hasta el día siguiente, aunque dudo que en la bandeja alguien deje alguna. ¡Volarán!
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