Hay postres que no dejan indiferente a quien los prueba y uno de ellos es este tocino de cielo con salsa de arándanos. Y es que este dulce o te apasiona o lo aborreces, no es de los de término medio. Al que le gusta de verdad lo considera uno de sus postres preferidos por su textura suave y cristalina que se deshace en la boca.
Para aquel que le resulte excesivamente dulce nada mejor que acompañarlo de esta salsa de arándanos, fruta que ya empieza a aparecer por nuestros caminos, y que le aporta un toque ácido que contrarresta con el azúcar del almíbar y permite, aunque no sé si esto será lo más conveniente, repetir otra porción de este postre clásico.
Se comienza preparando un almíbar con el agua y el azúcar a fuego medio, dejándolo cocer durante diez minutos hasta que se forme un almíbar a punto de media hebra. Esto es cuando comienza a coger color y si metemos una cucharita y levantamos, se formaría como una hebra fina que se rompe fácilmente. Si tenéis termómetro de repostería sería cuando se alcanzan los 108ºC. Lo reservamos para que vaya enfriando.
Por otro lado en un cacito o en el mismo molde, si es resistente al fuego, añadir el azúcar y cocer hasta obtener un caramelo rubio, hay que procurar bañar bien todo el fondo y las paredes. Lo dejamos enfriar. Precalentamos el horno a 160ºC.
En un bol batimos las yemas de huevo con los dos huevos enteros e incorporamos suavemente el almíbar removiendo de tal manera que no se produzca espuma. Pasamos la mezcla por un colador o chino, para que no quede ninguna hebra al molde, y lo colocamos encima de una bandeja del horno. Añadimos agua para cubrir hasta la mitad de la altura del molde donde va el tocinillo y lo cocemos al baño maría durante una hora más o menos a dicha temperatura.
Para saber si está cocido, pinchamos con un palillo que tiene que salir limpio. Dejamos enfriar el tocinillo durante ocho horas, o mejor de un día para otro en la nevera. Para la salsa de arándanos poner en un cacito los arándanos frescos, el azúcar y el chorrito de zumo de limón, cocerlo aplastando la fruta, durante siete minutos. Reservar en una salsera para acompañar el tocino de cielo.
Con qué acompañar el tocino de cielo
El tocino de cielo con salsa de arándanos es un postre de toda la vida para tomar en ocasiones especiales, estupendo con el café de sobremesa. Y si os estáis preguntando qué hacer con todas esas claras que os han quedado, pues no las tiréis, guardarlas en un recipiente hermético en la nevera para aprovechar en recetas como estas.
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