Aunque hoy Halloween es una fiesta con un marcado carácter infantil, la celebración del día de Todos los Santos y, más concretamente, su víspera, no era en su origen un juego de niños.
La raíz de la festividad hay que buscarla en la celebración celta de Samhain –que, como ahora, anunciaba el fin definitivo del verano– y el cristiano Día de Todos los Santos. Ambas tradiciones se unieron en una efeméride que sirve, como ocurre en muchas otras culturas, para honrar a los muertos.
Pero, más allá de las tradiciones (y las paralelas discusiones sobre la colonización cultural), lo cierto es que la Víspera de Todos los Santos es una excusa como cualquier otra para celebrar la vida y pasarlo bien en un encuentro con amigos, aún sin niños.
El componente terrorífico sigue presente en muchas recetas (y lo puedes acompañar con una decoración ad hoc), pero dejamos a un lado los aspectos más naif. En esta ocasión, nos centramos en platos más o menos elaborados, sin olvidar propuestas de temporada, sobre todo para los platos principales, con castañas, calabaza, carne de caza o setas como protagonistas.
Aperitivos y entrantes
1. Dip cementerio para Halloween
Esta receta es perfecta para niños y adultos, puedes, dependiendo de cómo se decore, se le puede dar un aspecto más o menos infantil. La única ciencia que conlleva es la de cortar las lápidas y el árbol con que decorar el dip. El resto es formar capas con ingredientes varios y listo. Podemos adaptarla al gusto y quitar o poner lo que nos plazca.
Este dip cementerio para Halloween se compone de cinco capas. Cada una formada por un ingrediente o mezcla de varios, que cubre la superficie de un molde de 22x16cm. No requiere de cocinado alguno, solo hay que mezclar, extender y listo. Estas son las capas: frijoles cocidos, crème fraiche, sazonador para quesadillas y unas gotas de tabasco, aguacate machacado, mayonesa y diente de ajo picado finamente, salsa mexicana, lechuga iceberg cortada finamente. Dibujamos las lápidas en una de las tortillas de trigo y el árbol en la otra. Cortamos con unas tijeras bien afiladas y disponemos sobre una bandeja de horno. Colocamos en la parte media alta del horno y encendemos el gratinador durante 2-3 minutos a 300ºC (cuidado que no se quemen). Decoramos las lápidas con mensajes, usando un rotulador de tinta comestible, colocamos en el dip y listo para servir.
Enlace a la receta | Dip cementerio para Halloween
2. Hummus tenebroso de tela de araña
Para lograr este hummus solo hay que sustituir los garbanzos de la receta clásica por alubias negras. Después, basta darle un toque de decoración para tener un aperitivo saludable y muy pintón.
Ingredientes para 4 personas: 500 g de alubias negras codidas, 2 dientes de ajo negro, 20 ml de tahini, 15 ml de zumo de limón, media cucharadita de pimentón dulce o picante, media cucharadita de comino molido, 2 g de semillas de sésamo negro (opcional), 10 ml de miso rojo (opcional, nata líquida para cocinar o yogur espeso (para decorar), aceitunas negras (para decorar), sal al gusto.
Elaboración: Puesto que es algo más complicado encontrar alubias negras cocidas al natural, recomiendo buscar directamente un paquete de legumbres secas, pero se puede hacer sin problemas con la opción en conserva. Partiendo de alubias secas solo hay que dejarlas en remojo la noche antes y cocerlas con abundante agua nueva fría hasta que estén tiernas, alrededor de una o dos horas. Reservar el caldo de la cocción. Machacar primero los dientes de ajo negro -usando un mortero quedan muy bien- y después combinar con las alubias. Triturarlas con un procesador de alimentos, batidora o robot de cocina. Rebañar el recipiente y agregar todos los demás ingredientes, salvo la nata y las aceitunas. Triturar muy bien hasta tener una textura homogénea, rebañando cuando sea necesario. Probar y corregir el punto de sal o de acidez. También podemos ajustar la textura agregando caldo de las legumbres, más zumo o aceite de oliva. Podemos servirlo tal cual o dibujar una especie de tela de araña con nata líquida de cocina -pero que sea espesa-, un yogur bien espeso, queso crema o tahina. Hay que procurar usar una manga pastelera con la boquilla muy fina, o simplemente usar una bolsa de congelación cortando la punta, dejando una abertura mínima. Añadir una o varias arañas formadas con aceitunas negras.
Enlace a la receta | Hummus tenebroso de tela de araña
3. Serpientes en brocheta con masa de pizza
Esta receta es extremadamente fácil, y muy pintona. Las serpientes se enrollan en brochetas o palillos desechables de cocina asiática, y la idea es servirlas como picoteo para comer tal cual o mojar en alguna salsa al gusto.
Ingredientes para 8 unidades: 1 masa de pizza, aceite de oliva virgen extra, ajo granulado, pimienta negra molida, aceitunas negras, semillas de amapola, chía o sésamo negro, tomate seco rehidratado.
Elaboración: Precalentar el horno a 200ºC y preparar una bandeja. Estirar la masa de pizza fina, pero procurando no romperla. Engrasar las brochetas o palillos con aceite de oliva, embadurnándolos bien. Cortar triangulitos o pequeños trocitos de aceitunas negras. Cortar tiras de tomate seco, con un corte en el centro para hacer las lenguas. Cortar tiras largas de masa, de aproximadamente un dedo de grosor, y enrollar cada una en una brocheta. Aplanar uno de los extremos con forma redondeada, para la cabeza, y dejar el otro en punta, para la cola. Pincelar con aceite de oliva y añadir un toque de ajo granulado y pimienta. También se pueden pegar las lenguas nada más sacarlas del horno si la masa sigue tierna. Colocar en la bandeja y repartir por encima semillas de amapola o sésamo. Añadir los ojos con los trocitos de aceituna y las lenguas de tomate. Hornear durante unos 8-12 minutos, hasta que se hayan dorado, dejándolas más o menos crujientes. Podemos intentar sacarlas de las brochetas, pero si nos da miedo a que se rompan se pueden servir tal cual.
Enlace a la receta | Serpientes en brocheta con masa de pizza
4. Crema de calabaza con trufa negra
Aunque esta crema no tiene ninguna decoración terrorífica, tanto sus colores como sus sabores son plenamente otoñales, perfectos para una fiesta de Halloween. Además de la trufa, la crema tiene fruta de temporada que no solo mejora el sabor, sino que aporta una textura muy interesante. Si no encuentras trufa (que aún no está en plena temporada), puedes cambiarla por setas.
Ingredientes para 4 personas: 1,5 kg de calabaza, 1 pera, 1 manzana, media naranja, 500 ml de leche, 100 ml de agua, 100 ml de nata líquida, nuez moscada al gusto, jengibre fresco al gusto, sal y pimienta al gusto, 50 ml de creme fraiche, acite de oliva virgen extra, trufa negra rallada al gusto o setas de temporada.
Elaboración: Comenzaremos cortando la carne de la calabaza en dados. Pelamos la pera, la manzana y las cortamos también en dados, la naranja la pelamos sin dejar parte blanca o al vivo. Pasamos a un cazo las frutas, los dados de calabaza y rallamos un poco de jengibre fresco al gusto. Añadimos 100 mililitros de agua, salpimentamos y agregamos la leche y la nata a la cacerola. Rallamos la nuez moscada. Cocemos a fuego medio hasta que la calabaza esté ligeramente blanda, bajamos entonces el fuego y compotamos durante 40 minutos. Pasamos una batidora para que quede una crema bien fina, rectificamos de sal y pimienta.
Enlace a la receta | Crema de calabaza con trufa negra
Platos principales
5. Arroz cremoso de cebolla morada, castañas y parmesano
En nuestra propuesta de platos principales nos alejamos un poco de la temática de Halloween, pero no de sus sabores. Este arroz cremoso, que no risotto, es plenamente otoñal y, dado que resulta muy saciante, te puede servir para no presentar tantos platos.
Ingredientes para 2 personas: 200 g de arroz bomba, 60 g de castañas, 1 cebolla morada, 30 ml de aceite de oliva virgen extra, 60 ml de vino blanco, 1 l de caldo de verduras caliente, 50 g de queso parmesano, 50 ml de nata líquida para cocinar, perejil.
Elaboración: Hacemos un corte en las castañas, de arriba a abajo, e introducimos en un cazo con agua. Calentamos hasta llevar a ebullición y cocemos durante 20 minutos. Sacamos del agua, dejamos atemperar y retiramos las cáscaras y piel que las recubre. Pelamos y picamos finamente la cebolla. Pochamos en una cazuela con aceite de oliva virgen extra, a fuego muy suave, durante 15 minutos. Añadimos el arroz y removemos un par de minutos, asegurando que todos los granos quedan engrasados. A continuación añadimos el vino y removemos unos minutos mientras dejamos evaporar el alcohol. Incorporamos las castañas, removemos, y regamos poco a poco con el caldo de verduras (que ha de estar caliente). No añadimos más hasta que el arroz no haya absorbido el caldo ya añadido anteriormente. Después de 16 minutos aproximadamente, añadimos todo el caldo restante y el queso parmesano. Comprobamos el punto de sabor y salpimentamos si fuera necesario. Terminamos el arroz añadiendo la nata líquida y removemos un par de minutos antes de emplatar. Espolvoreamos cada plato con un poco de perejil, seco o fresco, y una pizca de queso parmesano rallado. Servimos inmediatamente y consumimos recién hecho.
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6. Conejo en salsa de nueces
Sorprender con el conejo es muy sencillo y muy barato, pues incluso el conejo silvestre resulta muy económico.
Ingredientes para 2 personas: medio conejo, 50g de nueces peladas. 2 dientes de ajo, 1 rebanada de pan, 50ml de vino blanco, caldo de verduras, aceite de oliva, sal y pimienta negra molida.
Elaboración: cortamos el conejo en trozos y salpimentamos. Calentamos en una cazuela baja un poco de aceite de oliva y doramos el conejo por ambos lados, lo retiramos y en ese mismo aceite doramos los ajos y el pan picados. Cuando empiecen a dorarse colocamos de nuevo el conejo, mezclamos y agregamos las nueces y el vino. Dejamos que el vino se evapore y vertemos el caldo o agua hasta casi cubrir. Salamos. Tapamos la cazuela y dejamos cocer a fuego bajo unos 45 minutos hasta que el conejo esté tierno. Podemos pasar la salsa por el pasapurés si no nos gusta encontrar tropezones. En este caso apartamos algunas nueces, pasamos el resto y dejamos reducir unos minutos si es necesario. Servimos el conejo bien caliente con una cama de salsa y algunas nueces.
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7. Dorada rellena de setas
Si nos apetece introducir pescado en el menú, nada como esta dorada rellena de setas, una receta ideal para celebraciones, pero muy fácil de hacer. Hay que recordar, además, que la dorada está en plena temporada y si la compramos salvaje estaremos ante un auténtico manjar.
Ingredientes para 4 personas: 1 dorada, 400 g de setas variadas, aceite de oliva virgen extra, sal y pimenta al gusto, tomate cherry y patatas para la guarnición.
Ingredientes: La receta de hoy es ideal para las celebraciones y reuniones familiares porque su sabor es delicado y sorprendente. A la vez, resulta económica ya que se puede hacer usando setas en conserva y estos pescados de Crianza de nuestros mares que cuestan mucho menos que los salvajes, y al ser un pescado relleno cunde bastante. Pedimos al pescadero que nos saque los lomos de una dorada, -o que nos la abra como un libro y retire las espinas-. Salamos y reservamos. Cortamos las setas más grandes en trozos y las salteamos en una sartén con tres cucharadas de aceite de oliva y un diente de ajo muy picado. Reservamos. En la bandeja del horno, ligeramente pincelada con el aceite de las setas para que no se nos pegue el pescado, colocamos uno de los filetes de dorada con la piel abajo. Lo cubrimos con las setas, procurando ocupar toda la superficie y cubrimos con el otro lomo de dorada. Horneamos durante 15 minutos -más menos dependiendo del tamaño de vuestra dorada- a 180ºC con calor arriba y abajo. Apagamos el horno y dejamos reposar dentro otros tres o cuatro minutos para que se reparta bien el calor por toda la dorada. Servimos con la guarnición elegida.
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8. Receta de ravioli de calabaza con relleno de setas
Aunque propusimos estos ravioli de calabaza con relleno de setas como entrante navideño, son perfectos una cena con amigos de Halloween. Es elegante, lucido y muy sabroso y, además, apto para veganos, lo que nos puede venir genial si alguno de nuestros invitados no come carne.
Ingredientes para 4 personas: 1 calabaza pequeña, 375 g de setas variadas, 2 dientes de ajo, media cebolla, 300 ml de caldo de verduras, 1 cebolla morada o blanca, 25 ml de vino blanco, 25 ml de nata líquida vegtal, 1 rama de romero fresco, sal, pimienta negra recién molida, aceite de oliva virgen extra.
Elaboración: Cortamos la calabaza y nos quedamos con la parte estrecha. La pelamos y laminamos lo más finamente posible con ayuda de una mandolina. Necesitamos 16 láminas. Podríamos hacerlo a cuchillo, pero es complicado que queden bien porque buscamos que queden maleables como obleas. Reservamos. Preparamos el relleno picando finamente los dientes de ajo, la cebolla y las setas. Calentamos un poco de aceite de oliva virgen extra en una sartén y pochamos todo junto durante cinco minutos. Añadimos el caldo de verduras y hervimos a fuego medio hasta que no quede nada de líquido. Salpimentamos al gusto. Preparamos la salsa picando y pochando la cebolla hasta que esté dorada en una cazuela con un poco de aceite de oliva virgen extra. Añadimos las setas, previamente picadas, y salteamos un par de minutos. Agregamos el vino blanco y cocemos a fuego fuerte para que se evapore. A continuación añadimos el caldo, el romero y cocemos durante 10 minutos.
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Postres
9. Tartaletas Ojo de Sauron
Si buscáis un postre algo especial para servir en Halloween estas tartaletas Ojo de Sauron pueden ser la apuesta perfecta. Triunfarán entre los fans de El Señor de los Anillos, por supuesto, pero también gustarán mucho a cualquier goloso que disfrute de la combinación de la naranja con chocolate.
Ingredientes para 4 personas: 1 hojaldre refrigerado, 2 naranjas medianas, media vaina de vainilla, 4 yemas de huevo grandes, 40 g de azúcar, una pizca de sal, 50 g de chocolate negro.
Elaboración: engrasar unos moldes de tartaleta, de unos 8 cm de diámetro, aproximadamente. Dependiendo del tamaño nos saldrán más o menos raciones, entre 4-6 unidades. Estirar el hojaldre hasta dejar un grosor de 2 mm. Cortar las bases usando un molde unos centímetros más grande, o hacerlo a ojo colocando una de las tartaletas boca abajo y recortando el diámetro dejando un margen de 2-3 cm. Forrar cada molde con la masa recortada, añadiendo tiras por el borde si fuera necesario. No hace falta que quede perfecto, el toque rústico siempre va bien. Llevar a la nevera unos 20 minutos. Mientras tanto, precalentar el horno a 200ºC con calor arriba y abajo. Lavas las naranjas y sacar parte de la piel con un cortador o rallador, sin coger la parte blanca. Exprimir el zumo y colocar con la vaina de vainilla abierta y la piel en un cazo. Cocer durante unos 15 minutos a fuego lento. Pinchar cada base con un tenedor, cubrir con porciones de papel de horno y añadir unos pesos de repostería, legumbres secas o arroz. Hornear durante 10 minutos, retirar los pesos y volver a hornear unos 5 minutos más, hasta que las bases se hayan dorado un poco, con cuidado de no quemar los bordes. Reservar. Colar el zumo; deberíamos tener unos 175 g de líquido, aproximadamente. Si nos quedamos muy cortos podemos añadir vino dulce o incluso un poco de agua (o exprimir más zumo). Reservar la piel de naranja, pero desechar los restos de pulpa y la vaina de vainilla. Batir con unas varillas el azúcar con las yemas de huevo y colocarlas en un recipiente para cocer al baño maría. Empezar a calentar y agregar el zumo colado. Cocer a fuego suave, sin dejar de remover, durante unos 15 minutos, o hasta que espese. Al final añadir una pizca de sal y la piel de naranja (al gusto). Repartir en los moldes con cuidado y devolver al horno, colocando la bandeja en el nivel superior, para gratinar la superficie durante 1-2 minutos. Si tenemos opción de gratinador en el horno, podemos usarla. Vigilar constantemente para que no se queme la masa. Mientras reposan las tartaletas fuera del hono, fundir al baño maría o en el microondas un poco de chocolate negro. Para estas cantidades es suficiente con romper unas onzas en un cuenco y calentar a intervalos de 30 segundos a máxima potencia. En un par de veces estará ya listo para mezclar y deshacer. Decorar las tartaletas con el chocolate dibujando el ojo de Sauron en el centro. Podemos usar una manga pastelera, un lápiz pastelero o similar, o usar directamente una cucharilla, si tenemos maña. Dejar enfriar antes de servir.
Enlace a la receta | Tartaletas Ojo de Sauron
10. Vasitos de mousse de chocolate y galletas Oreo
Estos vasitos son una de nuestras recetas favoritas para Halloween y, aunque se pueden servir en una fiesta infantil, su sitio está en realidad con los adultos. Están compuestos por capas de mousse de chocolate y galletas Oreo trituradas, algo muy sencillo de preparar. Para los ojos hemos usado el relleno de las galletas Oreo, aunque también se pueden hacer con fondant blanco y negro. Al gusto.
Ingredientes para 3 unidades: 2 huevos, 300 ml de nata líquida para montar (muy fría), 15 g de azúcar glasé, 150 g de chocolate negro para postres, 8 galletas Oreo, sal.
Elaboración: Separamos las claras de las yemas y reservamos estas últimas. Montamos las claras a punto de nieve, en un recipiente limpio y seco. Si añadimos un pellizco de sal ayudaremos a que queden más firmes. Reservamos. Montamos 200 ml de la nata, que habrá de estar bien fría, junto con el azúcar glasé. No tiene que quedar muy firme. Rellenamos una manga pastelera y guardamos en la nevera. Calentamos el resto de la nata y el chocolate. Podemos hacerlo en un cacito a fuego muy suave, al baño maría o en el microondas. Sea cual sea la manera elegida, hay que asegurarse de hacerlo lentamente para que no se queme el chocolate ni se agarre la nata. Cuando hayamos obtenido una mezcla homogénea añadimos las yemas y calentamos durante un minuto más. Transferimos a un recipiente hondo y añadimos, poco a poco y con suavidad, las claras montadas a punto de nieve. Usamos movimientos envolventes para que no pierdan el aire incorporado y no añadimos más hasta que lo anterior no se haya integrado. Rellenamos una manga pastelera con la mousse y dejamos reposar en la nevera durante 30 minutos. Abrimos las galletas Oreo, retiramos sus rellenos y reservamos estos últimos. Trituramos las galletas en un mortero o dentro de una bolsa y usando un rodillo. Comprobamos si están completamente pulverizadas y, si no es el caso, repetimos la operación hasta conseguirlo. Reservamos las galletas pulverizadas. Limpiamos los rellenos de las galletas Oreo, retirando bien los restos de migas que hayan quedado pegados rascando suavemente con una espátula. Separamos dos de los rellenos y, con un pequeño cortapastas o el reverso de una boquilla, cortamos tres círculos pequeños de cada uno. Fundimos una onza de chocolate, con una brocheta o similar, tomamos una pequeña porción y la depositamos en el centro de los círculos. Con esto ya tenemos hechos los ojos para decorar las paredes de los tres vasos. Colocamos dos círculos grandes y dos pequeños, presionando con suavidad. Rellenamos tres vasos con la galleta pulverizada y la mousse de chocolate, haciendo dos capas de cada uno de ellos. Terminamos con nata montada y decoramos con unas virutas de chocolate o espolvoreando con cacao. Guardamos en la nevera hasta el momento de consumir.
Enlace a la receta | Vasitos de mousse de chocolate y galletas Oreo para Halloween
11. Tarta sangrienta Red Velvet
Aparte de espeluznante, esta tarta está deliciosa con su cobertura suave de queso crema y su bizcocho de cacao bien jugosito que repito y repito. Se trata, claro, de una versión de la clásica tarta red velvet, pero adornada al estilo de Halloween.
Ingredientes para 12 personas: 90 ml de aceite de oliva suave, 240 g de azúcar, 2 huevos talla M, 1,5 cucharadas de cacao en polvo, 2 ml de colorante alimentario rojo en gel, 2 cucharaditas de extracto de vainilla, 200 ml de leche, 1 cucharadita de zumo de limón, 225 g de harina de repostería, 1 cucharadita de bicarbonato sódico, 250 g de queso crema, 125 g de mantequilla, 325 g de azúcar glas, 1 cucharadita de esencia de vanilla, 120 g de chocolate blanco o candy mealts rojos.
Elaboración: Comenzaremos preparando el bizcocho, para eso precalentamos el horno a 170 grados, y engrasamos dos molde de 15 centímetros de diámetro con mantequilla. Mientras, ponemos la leche en un vaso y añadimos el zumo de limón. Dejamos reposar unos 10 minutos hasta que veamos que aparece la leche como grumosa. En un bol o una batidora con unas varillas, batimos el aceite, el azúcar y los huevos hasta que esté todo bien incorporado. Por otra parte tamizamos la harina con el cacao y lo vamos añadiendo poco a poco batiendo despacio y alternándola con la leche. Por último en un vaso mezclamos el vinagre con el bicarbonato de soda y cuando haga burbujas lo añadimos a la mezcla anterior, incorporándolo poco a poco. Cuando la mezcla sea homogénea, añadimos el colorante rojo y el extracto de vainilla hasta dejar la masa de un rojo intenso. Pesamos la masa y la repartimos entre los dos moldes. Horneamos durante media hora o hasta que al pincharlo con un palillo salga limpio. Desmoldamos y los dejamos enfriar en una rejilla. Una vez fríos cortamos con un cuchillo de sierra cada bizcocho en dos mitades. Para hacer la crema de cobertura, en el bol de una batidora con el accesorio pala mezclamos el queso crema muy frío con la mantequilla a temperatura ambiente hasta que se forme una masa esponjosa. Añadimos el azúcar glas y la vainilla hasta que quede con cuerpo. Dejar 10 minutos en la nevera. Repartimos con una espátula entre las distintas capas del pastel y lo recubrimos con el resto de la cobertura hasta que quede totalmente tapado, alisándolo por todo la superficie, metemos en la nevera la tarta. Para la cobertura de sangre, derretimos los Candy Melts y lo echamos en un biberón de cocina haciendo pequeños chorretones desiguales por los laterales del pastel, para después cubrir la parte de arriba. O bien derretimos en el microondas el chocolate blanco y lo teñimos con el colorante para chocolate, realizando la misma operación.
Enlace a la receta | Tarta sangrienta Red Velvet
12. Tarta zombi
Terminamos la selección de postres con otra tarta de estética más terrorífica y también más fácil de hacer. Con esta tarta zombi podéis dar rienda suelta a vuestras dotes artísticas y escoger el nivel de gore con el que queráis sorprender a vuestros invitados.
Ingredientes para 6 personas: 2 láminas de masa brisa, 1 bote de mermelada de fresa, 1 yema de huevo.
Elaboración: Extendemos una de las láminas de masa brisa en un molde de 20 cm forrado con una hoja de papel de horno. Rellenamos con la mermelada que hayamos escogido. Cubrimos con la otra lámina de masa brisa y con ayuda de un cuchillo afilado dibujamos la cara del zombi. Procurad que salga un poco de mermelada del relleno, de este modo el efecto será más realista. Por último, pintamos con la yema batida y horneamos unos 40 a horno precalentado a 180ºC.
Enlace a la receta | Tarta zombi
Bebidas
13. Cóctel sangriento
Este cóctel sangriento es una bebida genial para sorprender a los invitados y, además, la puede beber toda la familia, pues no tiene alcohol.
Ingredientes para 4 personas: 250 g de frambuesas (pueden ser congeladas), agua, 6 cucharadas de azúcar, medio limón, melón, pepitas de chocolate.
Elaboración: Exprimimos el limón. Lo ponemos en un robot de cocina junto a las frambuesas, el zumo de limón y agua suficiente para conseguir la consistencia que deseemos, entre líquida y espesa, y lo trituramos. Después, lo pasamos por un colador para eliminar las pepitas de las frambuesas. Repartimos el zumo de frambuesa entre cuatro copas. Formamos 8 bolitas de melón y las repartimos entre las copas. Sobre cada bolita de melón colocamos una pepita de chocolate.
Enlace a la receta | Cóctel sangriento
14. Bloody Mary
De entre los cócteles más clásicos una bebida destaca como ideal para celebrar Halloween. Hablamos, claro, del Bloody Mary, el legendario combinado de zumo de tomate y vodka, perfecto para servir en el aperitivo.
Ingredientes para 2 personas: 70 ml de voska, 210 ml de zumo de tomate, 15 ml de limón, dos gotas de salsa Tabasco, tres gotas de Salsa Worcestershire, pimienta negra molida, apio.
Elaboración: A la hora de condimentar este cóctel, es fundamental un buen toque de salsa Perrins, muy poco Tabasco (dos gotas) para no pasarnos de picante agresivo y dos o tres vueltas de pimienta negra que completarán el efecto picante, para que quede en su punto. Opcionalmente se puede añadir un chorrito de caldo concentrado de carne para potenciar el sabor. Agregamos también el zumo de limón, aproximadamente 15 ml y agitamos con un cubo de hielo para mezclar bien y enfriar. Continuamos con el vodka, utilizando la medida del jigger pequeño o grande, en función de la proporción de alcohol que se desee incorporar. Lo habitual es utilizar una tercera parte de la cantidad de zumo de tomate que se vaya a usar. Para 210 ml de tomate, utilizaremos 70 ml de vodka y la proporción quedará en su punto. Para incorporar el apio y la sal, es recomendable utilizar sal de apio, que aporta el inconfundible sabor de la hortaliza, sin saturar (evitando de paso que su sabor nos pueda repetir). Además así incorporamos el toque salado. No obstante, para terminar la preparación, vamos a meter una ramita de apio dentro del vaso dejando que asome por fuera que servirá para remover nuestro Bloody Mary, como si fuera una cucharilla. Ya sólo falta el zumo de tomate y agitar para que esté en su punto. El barman de Soda 917 nos recomienda airear bien el Bloody Mary, lanzándolo desde la coctelera al vaso dos o tres veces para terminar sirviéndolo en la copa, finalizando con la ramita de apio fresco. En caso de añadir hielo, hay que hacerlo al terminar de servir, sin echar más de dos cubitos para que nuestro Bloody Mary no quede aguado.
Enlace a la receta | Cómo hacer el Bloody Mary perfecto
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