Los aperitivos están tomando cada vez más importancia gastronómica, tanto si vas a un restaurante, como en casa a la hora de tomar un vermú o bien como entrantes para una comida. Es una forma de ir picando algo antes de los platos principales, pero que puede ser más original y creativa que servir unas aceitunas o patatas fritas. En este caso proponemos un chupito de crema de pimientos piquillo con brochetas de langostino al parmesano.
Ingredientes (para 8 chupitos): ½ bote de pimientos de piquillo, ½ tarrina de queso Philadelphia, ¼ litro de caldo de verduras, 2 ajos, brandy, aceite de oliva virgen extra, pimentón ahumado de La Vera, cebollino picado, 8 langostinos, queso parmesano y brochetas de madera o metal..
Elaboración: Primero prepararemos la crema de pimientos poniendo 3 o 4 cucharadas de aceite de oliva en una olla y friendo los dos ajos después de laminarlos. Una vez que estén dorados, añadiremos los pimientos de piquillo y dejaremos que se confiten en el aceite durante unos 10 min. a fuego suave.
Pasado ese tiempo añadiremos un chorrito de brandy y dejaremos evaporar el alcohol, para añadir posteriormente el queso Philadelphia (puede ser queso mascarpone o yogur griego). Removemos bien la mezcla y añadimos el caldo de verduras caliente, para que no frene la cocción. Dejamos cocinar destapado a fuego moderado durante aproximadamente media hora. Una vez transcurrido ese tiempo retiramos del fuego y dejamos enfriar. Una vez fría la crema, le pasamos la batidora hasta obtener un crema lo más fina posible. Es recomendable guardarla en la nevera para que se mantenga fresca a la hora de servir.
Mientras preparamos las brochetas de langostino al parmesano. Previamente rallamos el queso parmesano (si lo hacemos con Microplane® quedarán unas virutas mucho más finas) y lo ponemos sobre un Silpat® o una lámina de papel vegetal. Lo introducimos al horno a fuego suave, unos 80ºC durante unos 30 o 45 min., dependiendo de la cantidad. El objetivo es que se quede tostado y si al hacerlo se ha quedado el queso compacto, le pasaremos el rodillo por encima para que se pulverice.
Una vez conseguido el polvo de parmesano tostado, pelamos los langostinos, los embrochetamos y los rebozamos con las virutas de queso. Calentamos un poco de aceite en una sartén, freímos los langostinos ligeramente y reservamos.
Presentamos colocando la brocheta de langostino en un vaso de chupito, ponemos la cantidad necesaria de crema de pimientos para cubrir y encima ponemos unas gotas de aceite con pimentón ahumado y un poco de cebollino picado. Se sirve frío y está delicioso acompañado de un vino blanco o vermú.