Ésta ensalada también se conoce como ensalada mosaico de Sfax, según un libro que me prestaron hace tiempo sobre comida marroquí. Es un plato con bastantes ingredientes, pero todos ellos fáciles de conseguir. Los ingredientes 2 patatas, 2 zanahorias, 100 gr de guisantes, 100 gr de judías verdes, 2 remolachas rojas, 2 cebollas, medio manojo de perejil, 1 lata de sardinas en aceite, 2 huevos, 1 lechuga, 100 gr de aceitunas verdes o negras, 10 cl de aceite de oliva, sal y pimienta. La preparación Pelar las patatas, las zanahorias y las remolachas, cortándolas en daditos. Desvainar los guisantes. Cortar las judias en trocitos no muy grandes. Cocer todo por separado y según gusto se deja más o menos tiempo (en función de si te gusta la verdura más dura o menos).
Cuando esté todo hervido, pasar las judías y los guisantes a un cuenco con agua helada para que conserven en color verde. Éste truco no lo conocía y la verdad es que resulta útil si eres detallista y quieres que el plato tenga contrastes de color. Se cuecen los huevos y se pelan, cortándolos en dados. Se cortan las cebollas y se pican muy finas, como el perejil. Se mezclan en un cuenco las patatas, zanahorias, guisantes, cebollas, judías verdes y perejil para hacer la ensalada. Se aliña con aceite, sal y pimienta. Para preparar el plato. Se separan las hojas de lechuga y se lavan, dejándolas escurrir. Se abre la lata de sardinas y se escurren también. Sobre una fuente se colocan las hojas de lechuga a todo su alrededor y se echa por encima la ensalada que ya teníamos preparada. Se decora con los dados de remolacha, de huevo y aceitunas (yo las prefiero verdes). Por último se disponen las sardinas y se mete en la nevera para tomar bien frío. Es una lástima que no tenga una foto de este plato, porque se come nada más que por la vista. En su día cuando lo hice, quedó genial. Puede que ahora no sea la época más adecuada para tomarlo, porque sólo nos apetece comer calinte, pero quedará muy bien como entrante de una comida.