Los filetes gruesos de carne o de ave, a mucha gente y sobre todo a los más pequeños se les hacen más difíciles de comer por lo que prepararlos en escalopines es una recurrente idea. En estos escalopines de pollo con salsa de mostaza va ser muy importante precisamente, esta última que es con la que los vamos a napar. Por ello, no escatiméis en comprar una buena mostaza vuestro paladar os lo agradecerá.
Ingredientes: 6 pechugas de pollo, 3 cucharadas de mostaza francesa, 3 cucharadas de aceite, 3 decilitros de caldo de carne desgrasado, 2 cucharadas de eneldo picado, 1 cucharadita de fécula de harina, pimienta y sal. Para acompañar: 18 tomates pequeños, 100 gramos de champiñones, 1 escalonia, 1 cucharada de perejil picado, 1 decilitro de aceite, sal y pimienta.
Preparación: Lavamos los tomates, les cortamos la parte de arriba, los espolvoreamos con la sal y los dejamos boca abajo durante 20 minutos. Calentamos la mitad del aceite en una sartén, rehogamos en él la escalonia y los champiñones picados muy finos, le agregamos el perejil picado y sazonamos. Colocamos los tomates
en una fuente de horno y cubrimos la parte de arriba con la anterior preparación, los rociamos con el aceite restante y los metemos en el horno precalentado a 200 ºC de 8 a 10 minutos.
Con un cuchillo muy afilado, retiramos bien la grasa y los nervios de las pechugas y las cortamos en escalopines finos. Calentamos el aceite y salteamos los escalopines por los lados, hasta que estén dorados y los reservamos calientes en la fuente de servir. Desglasamos la sartén con el caldo de carne y le agregamos la mostaza y la fécula de harina, dejamos que se cueza unos 4 minutos, salpimentamos y le añadimos el eneldo, dándole un hervor.
Ya solo nos queda napar los escalopines y acompañarlos con los tomates rellenos.
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